Parece mentira que hoy nuestra educación se haya destruído y esté como está. La deserción de los estudiantes por no poder costearse sus estudios y las de los profesores por no poder mantener su hogar dictando clases. La persecución implacable a la que han sido expuestos los ha llevado a muchos a irse forzosamente del país, pero los jóvenes destruído también deciden abandonar sus estudios para ayudar a sus padres en la manutención de sus hogares. Toda esta terrible situación es consecuencia de la crisis humanitaria compleja en que nos metió el régimen criminal que existe en Venezuela. Es así como nos encontramos con la fuga de profesionales, los cuales emigran buscando oportunidades. Tenemos por un lado a los educadores castigados con sueldos miserables, o mejor dicho, sueldos de hambre y por otro lado, los jóvenes que desertan de la educación por la crisis compleja humanitaria que padece nuestro país, buscando calidad de vida, buscando futuro.
El régimen ha destruido la educación convirtiéndola en piltrafa, es así como nuestras casas de estudios han sido víctimas del vandalismo y la delincuencia, se les han negado los recursos presupuestarios correspondientes, desvalijaron a la UDO y hasta incendiaron la biblioteca de Cumaná, le era necesario para amedrentar a los líderes que quedaban entre el estudiantado y así facilitar el linchamiento de la educación.
Nadie tiene dinero, y actualmente muchos docentes piensan que no es rentable ir a dar clases a un instituto público destruído que no paga lo suficiente y, quienes son cabezas de hogar ya les es difícil costear los estudios a la prole.
El régimen se vale de todo y está en un operativo constante para que la dirigencia estudiantil y la profesional los reconozca para hacer más fácil la destrucción de la educación y así construir una educación sumisa a las directrices de los criminales, para ellos lo mejor es una Venezuela ignorante, en eso trabajan. Aniquilar a la educación equivale a matar y malherir a los seres humanos, eso es lo que está ocurriendo en mi Venezuela de hoy.
Mientras más ignorante es un pueblo, mejor se manipula. Todos sabemos que Nicolás Maduro de vaina es bachiller, no pisó la universidad (porque no quiso estudiar, así de simple), pero todos sabemos que tiró piedras por montón como un encapuchado más. Para eso hizo su curso en Cuba muchos años atrás. Nada de estudios, ni de aprender un oficio. Entonces, ¿qué le puede doler a este elemento la educación? Todo le es mucho más fácil para ejecutar el macabro plan.
El nombramiento de Yelitza Santaella luego de saquear la gobernación de su estado natal, Delta Amacuro y la de Monagas; represora por excelencia del oriente del país viene a ratificar que todo es una estrategia para aniquilar la educación. Santaella acabará con lo que queda, como lo dije hace meses en ocasión a su nombramiento, el pranato llegó a la educación y quien mejor que ella para que Maduro ejecute su plan, el de liquidar la educación para que la misma sea instrumento de la destrucción del país y garantía de la permanencia de los criminales en el poder. ¿Podrán lograrlo? Mi respuesta es no; los venezolanos de bien estamos luchando dentro y fuera para recuperar la libertad y la democracia. No podrán. En este sentido los estudiantes, la Asociación de Profesores, Sindicatos y gremios de empleados, todos de la mano con la sociedad civil lo impediremos, en eso estamos trabajando y lo vamos a lograr. Por eso es muy importante la labor que viene realizando el profesor William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar, quien ha alertado y alerta constantemente lo que viene sucediendo en la educación venezolana, con profesionales como él y muchos más rescataremos la educación en Venezuela.
«Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción «, Simón Bolívar.