«Ningún error que hayamos cometido en el pasado justifica este horror. Ninguno”, decía Sofía Imber, quien a pesar de haber nacido lejos de las faldas del Ávila también la amó y la defendió como cualquiera de nosotros. Sofía, periodista y fundadora de uno de los Museos de arte moderno más importantes de América Latina, nunca se imaginó la ciudad de los techos rojos bajo el horror del régimen criminal chavista.
¿Cómo explicar que mientras los criminales hablan de una “Caracas Productiva” obligan a los comerciantes a cerrar sus negocios por los altos impuestos, mientras ellos disfrutan del erario público?
¿Cómo son capaces de decirnos a los caraqueños que tenemos una “Ciudad Segura” cuando los grupos criminales tienen el control de más del 70% de la ciudad?
Los Caraqueños sabemos que ellos no aman Caracas; porque odian el desarrollo, la libertad y la vida. Caracas nunca se doblega a los deseos de unos tiranos que solo buscan enriquecerse a través de nuestro dinero, el crimen y el terror. Hoy Venezuela no ha superado la crisis, ni se arregló; pero sí tenemos gente honesta y trabajadora en busca de sacar adelante este país. En tiempos de represión y de horror, ser honesto es el mayor aporte para la libertad, aun cuando la demagogia se impone y los politiqueros se multiplican.
Caracas no solo es el león que ruge por la libertad, también es una de las grandes semillas para el desarrollo y no se puede ignorar porque lo sabemos, lo sentimos y lo vivimos. Pero, ¿realmente los caraqueños estamos conscientes de lo que debemos hacer? Mientras el país está secuestrado, la organización es clave para impulsar la libertad.
Nacimos en una ciudad bendita, llena de libertadores, pensadores, promotores del arte, emprendedores, profesionales y todo un sinfín de personas valiosas para crear una sociedad libre.
Nuestro Ávila arropa las principales universidades del país, las cuales han sido claves para derrocar dictadores y tiranos. Somos la ciudad que vio nacer la democracia, pero que también la defendió en todos sus rincones con la sociedad civil organizada.
Es el momento de salir a las calles a darle valor a nuestro propio esfuerzo, a exigir un futuro mejor para nuestras familias, a defender nuestra propiedad, a reivindicar a todos aquellos que defendieron la libertad en momentos de terror, a pelear por el respeto de nuestros derechos. No todo se ha acabado, Caracas es una ciudad joven que aún quiere ser excepcional, libre y plural.
Caracas quiere volver a recibir a millones de extranjeros para admirar el imponente Cerro El Ávila y a sus altos rascacielos que representan la grandeza de nuestra pequeña ciudad.
Caracas quiere volver a ser rica en cultura. Caracas quiere volver a producir los intelectuales de este país. Caracas quiere volver a tener un transporte de última generación. Caracas quiere volver a ser recorrida en todos los rincones y a cualquier hora. Caracas quiere volver a ser una ciudad ejemplar. Vamos a construir la libertad para tener la Caracas que soñamos. Es la hora de los caraqueños.
Vente Caracas: No se puede seguir justificando la ineficiencia, necesitamos un cambio