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El logro del régimen es, y siempre será, el objetivo del socialismo en todo lugar: levar a la ruina todos los servicios y a todos los ciudadanos en sus comunidades para convertirse luego en los mesías.

Culmino esta trilogía de artículos con mi estadía en el estado Aragua. Llegar a casa de mi familia en el Barrio Río Blanco I, comunidad que me vió crecer, calles que recorrí y que ahora visito esporádicamente y puedo ver y comparar que no es ni el 10% de donde crecí.

Un barrio abandonado que forma parte del municipio Girardot. Municipio capital, pero que solo se ocupa de pura fachada y ornamentación innecesaria. Solo quiero detenerme en el asombro de esperar cinco días para poder tener agua potable. Todo el barrio espera ese tiempo; una semana sin agua, un recurso básico y necesario para vivir. Hoy, cuando lo necesito para los cuidados de mi papá en estado delicado de salud, debo hacer lo de todos en el barrio; cargar tobos de agua desde algún recipiente o tanque para trasladar al interior de la casa.

Lo que más me impacta es como la comunidad se adaptó a un mal que NO ES NORMAL. Nadie dice nada, ni levanta la voz por ser este un barrio «rojo», como el estado. Un estado que por varios años consecutivos asume el poder oficialista, es víctima de sus mismas miserias.

El adormecimiento de los ciudadanos es un gran enemigo que también hay que enfrentar. Una comunidad con un tanque aéreo que en su momento surtía a toda la barriada y que hoy es inútil.

Prosigo con las señales del caos. Las calles destruidas, inseguridad desbordada y no conforme con eso, un punto de control del servicio de policías nacionales dentro del barrio no sé con cual objetivo. Se tomaron la sede de un laboratorio que en un momento lo izaron como bandera, como un gran logro de la revolución; algo que pintaron como grande y de gran alcance en estudios y proyecto de progreso, y que hoy es sede de los policías. Cómo todo lo de ellos, solo por unos días funciona y luego se desvían del objetivo; no tienen continuidad a ningún proyecto por ser irreales.

Lo que en estos tres artículos es narrado, incluso resumido de mi experiencia personal en mi paso por el estado Aragua, es la realidad de toda Venezuela. Realidad que nadie se atreve a decir.

Venezuela no está bien, Venezuela no se ha arreglado.

 

@rudabenrio

Coord. Com. Vente Táchira

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