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La libertad

Quienes no entiendan que nuestro país ha sido secuestrado por unas fuerzas pretorianas al servicios de los más oscuros intereses de dominación ideológica y espirituales para perpetrar una hegemónica enajenación de todo orden de la conciencia ciudadana. Y hacer de ella un control social: como en efecto ocurre en Cuba, Nicaragua y ahora en Venezuela. Están apostando a ser cómplices por omisión y se convierten unos apátridas del alma nacional. Que hoy le exige al mundo civilizado acabar con este holocausto, el cual ha sido convertido uno de los territorios más rico del planeta.

Es necesario e imperativo alinearse contra las fuerzas del eje del mal para obtener la anhela libertad en Venezuela. Si examinamos las cifras económicas, nuestro terruño se parece a los países azotados por las guerras civiles.

Acabaron con una economía, que en el pasado fue una de las más ricas de América Latina, contraída en un 10 por ciento en 2016. Más que la de Siria, con una inflación que de acuerdo a los expertos supera un 720%, casi el doble que Sudán del Sur, país que ocupa el segundo lugar en la lista de países con mayor tasa. Lo que ha convertido al bolívar en una divisa casi sin valor.

¿¡Qué más nos quieren quitar!?

Si nos expropiaron el patrimonio laboral a más de 5 millones de familias venezolanas con la excusa de la reconversión monetaria y no indexaron las prestaciones de los jubilados desde el 2014 hasta la fecha de hoy.

Crearon una diáspora de más 6 millones de coterráneos diseminados por el mundo a la buena de Dios, la más grande del globo terráqueo en los últimos años.

Venezuela, a pesar de contar con las reservas probadas de petróleo más grandes del mundo, estos fariseos que desgobiernan el país han generado una la escasez de alimentos más aguda. Cada cuatro ciudadanos en el país han adelgazado de forma involuntaria, con una pérdida de peso promedio de 8,5 kilos en 2016, según sondeos de opinión.

En las calles de las ciudades abundan los mercados negros y la violencia. La última tasa de homicidios reportada, en 2014, fue equivalente a la tasa de víctimas civiles de la guerra de Irak en 2004.

El objetivo de este eje del mal es acabar con todo vestigio de democracia, que durante mucho tiempo fue un motivo de orgullo. Y que estuvo cerca de convertirse en la más antigua en colapsar, debido a la implantación de un modelo autoritario desde la Segunda Guerra Mundial.

Terminaron con la libertad de expresión y desaparecieron a más de 500 medios de comunicación, entre radios, periódicos y televisoras nacionales y regionales, con la idea de generar un Blakaout, apagón comunicacional, para crear una sola voz uno único pensamiento.

 

Luis Carvajal

Líder de Vente Venezuela en el estado Sucre

 

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