En este primer artículo de 2024 continúo la presentación y análisis del programa de gobierno de María Corina Machado. Hoy voy a tratar el tema pensional, otro de los desastres del socialismo del siglo XXI.
¿De dónde venimos?
En Venezuela se estima que hay entre 4 y 5 millones de pensionados. La cifra real es desconocida por la falta de información pública confiable. Lo que si se conoce es lo que se les paga: 130 bolívares mensuales, equivalente a 3,40 dólares a la fecha actual. Estas pensiones absurdas no permiten vivir a los jubilados ni aportar nada sustantivo a sus familias, de las cuales muchos de ellos dependen. La causa de esta debacle fue la expropiación de los fondos del sistema pensional por parte del régimen. Era demasiado tentador tener una alcancía con tanta plata, producto de los aportes de los trabajadores y de los empresarios durante muchos años, y no meterle la mano, como han hecho en tantas otras ocasiones. Las migajas que el chavismo llama pensiones son pagadas ahora con el presupuesto nacional, que a su vez es alimentado parcialmente por emisión monetaria del Banco Central, lo que es la causa principal de la inflación y de la depreciación del bolívar. De este modo, al caer el valor del signo monetario nacional, y mantenerse las pensiones fijas, cae el valor real de las pensiones en bolívares y su equivalente en dólares. La destrucción del sistema pensional, otro regalo del régimen al país ha dejado en la miseria a millones de trabajadores.
¿Cuál es el concepto del nuevo sistema de pensiones?
El programa de gobierno de María Corina tiene un extenso capítulo dedicado a construir una sociedad de oportunidades, inclusión y movilidad social. Las tres bases de esta propuesta son los sistemas de salud, educación y el de pensiones. Al igual que las estrategias de reconstrucción de las áreas de salud y educación, ya discutidas en artículos anteriores, el programa de gobierno concibe las pensiones como un elemento fundamental para el fortalecimiento del capital social y humano del país. De esta manera, el trabajo honesto de ciudadanos sanos, educados y con la esperanza real de un retiro decente, será la palanca de la prosperidad económica de Venezuela y de cada familia que habita esta Tierra de Gracia.
En este ambiente de creación de oportunidades para todos, se establecerá un sistema de pensiones basado en cuentas de ahorro individuales para cada trabajador, que impida la expropiación de los fondos por el gobierno de turno.
¿Cómo funcionará el sistema de pensiones?
El sistema constará de tres pilares. El primer pilar será no contributivo para los pensionados que ya han perdido sus ahorros y que no se encuentran en edad de trabajar. Se les asignará un ingreso digno que les permita mejorar sus condiciones de vida. En un país en crecimiento, con las finanzas públicas ordenadas, y con una política monetaria sensata, este pilar dejará de ser un motor de inflación y contará con los aportes del Estado para lograr pensiones decentes. El segundo pilar del sistema pensional se dedicará a los trabajadores activos que están cotizando al Instituto Venezolano de Seguridad Social, pero que por su edad les será difícil ahorrar lo suficiente para recibir una pensión adecuada al momento de su jubilación. Este grupo de trabajadores podrá participar de un sistema de ahorro que irá a un fondo común con cuentas individualizadas, en donde sus aportes y el de sus empleadores serán invertidos y puestos a producir rendimientos reales positivos. Sus pensiones serán una combinación de aportes patronales, el ahorro individual y aportes presupuestarios en proporciones variables que dependerán del volumen de ahorro que hayan podido hacer al final de su vida laboral. El tercer pilar es el que terminará siendo el nuevo sistema de pensiones del país, y que estará disponible para los trabajadores más jóvenes y para los que se integren en adelante al mercado laboral. Tendrán un sistema de ahorro privado con contribuciones del empleado y el empleador. Igualmente participarán en este sistema los profesionales y trabajadores por cuenta propia. Cada participante tendrá una cuenta individual en la que se acumulará un capital suficiente para pagar por su pensión al momento de la jubilación. Los participantes del segundo pilar tendrán la opción de transferirse al pilar de capitalización individual, o tercer pilar.
¿Cómo se manejarán los fondos pensionales?
Partiendo de la grave crisis del sistema de pensiones actual y su completa descapitalización, el Estado podrá crear un fondo de pensiones solidario con aportes del programa de privatizaciones y eventualmente con una proporción del ingreso petrolero, una vez que alcance un nivel predefinido. Este fondo, dedicado al primer pilar y a los aportes públicos del segundo pilar, podrá ser manejado por el sector privado con supervisión del Estado, para asegurar su inversión en instrumentos financieros con rendimientos reales positivos, protegidos de la especulación financiera, los conflictos de interés y la injerencia política.
A su vez, el tercer pilar será manejado por empresas administradoras de fondos de pensiones que servirán de vehículo para la inversión de los fondos de pensión individuales. Los trabajadores podrán cambiar de empresa administradora cada vez que lo deseen dependiendo de cuál ofrece mejores rendimientos. Se creará una Agencia Supervisora de Fondos Pensionales que asegurará un manejo prudencial de las inversiones por parte de los fondos privados de pensiones y mantendrá una supervisión técnica de la salud financiera de estos fondos.
Finalmente, de acuerdo con la capacidad de ahorro de los trabajadores y de las fluctuaciones de mercado, el Estado podrá apoyar temporalmente el ahorro pensional ante shocks económicos o financieros de envergadura.
El conjunto de medidas propuestas en el programa de María Corina asegura un sistema de pensiones efectivo, sostenible, realista y que trata a los trabajadores como seres humanos que merecen respeto después de toda una vida de trabajo.
Quieres saber más? Enlace al programa de gobierno: https://conmariacorina.com/es/programa-de-gobierno.
Rafael de la Cruz es miembro del equipo económico de María Corina Machado y ex gerente general del grupo de países andinos del BID.