La Inocencia es un símbolo de pureza, de estar libre de malicia, libre de malas prácticas. En el caso de una política representa la inocencia, la esencia de nuestros valores de Responsabilidad, Honestidad y Amistad.
Cuando escuché a nuestra candidata y próxima presidente de Venezuela hablar de los bosques de Caripe, de la represa del Guamo, los ojos de María Corina brillaban de alegría cuando a medida que el relato avanzaba sobre las bondades de nuestra geografía. A mí lo que más me emocionó es la sincronía y la conexión entre los valores de nuestra candidata y los valores que nos han hecho un gran país. La honestidad, la responsabilidad, la tenacidad y esa fuerza de vencer y atravesar cualquier obstáculo con tal de cumplir su palabra. Son señales de un corazón puro, de una manera de pensar libre de las malas costumbres y de la forma de hacer política tradicional.
La pureza de María Corina Machado expresada en sus sentimientos, en su manera de hacer política, en su manera de tratar a las personas es sinónimo de inocencia política. Pero no se equivoquen: Inocencia no es ingenuidad o de desconocimiento o fragilidad, es todo lo contrario su inocencia es porque no hay presencia de maldad, ni de juegos ocultos, ni de la tentación a venderse ante los opresores. Durante esta gira a nuestro estado Monagas pude comprobar de manera directa esa fortaleza y esa visión que tiene de la Venezuela de los próximos años.
María Corina Machado transmite su inocencia que genera una conexión directa genuina con los niños de nuestro país. Durante el recorrido por el Oriente Venezolano, fue impresionante, emocionante ver la conexión con niños y jóvenes liceístas. En muchos pueblos los jóvenes salieron de sus aulas no para emigrar o trabajar, sino para abrazar a la esperanza, para corear inocentemente el nombre de una mujer que les garantizara un futuro mejor. Sólo los niños pueden expresar un amor tan puro e inocente como lo puede ver en esos abrazos. También observe a mujeres, madres, como nuestra compañera del tejero, con voz enérgica, con el llanto a punto de brotar, como la admiraban y cómo confían en ella para cambiar este país.
Nada de lo que escriba aquí podrá describirles esos sentimientos puros, inocentes que emanan cuando grupos de niños abrazan a nuestra candidata, es lo más inocente y puro que se puede ver. Estamos en el camino correcto, en el camino de la transición democrática y electoral vamos todos hasta el final.
Norberto Peña Quintero