Después de 14 mesas de negociación fallidas es importante recordar la clasificación que hizo el diplomático británico Harold Nicholson de los dos tipos de negociadores existentes, a saber: los guerreros y los tenderos. Mientras que los inquilinos de Miraflores, los del régimen son los guerreros, pues, usan las negociaciones como medio para ganar tiempo y conseguir una posición más fuerte, los de la «oposición» son los tenderos, ya que operan sobre el principio de que es más importante establecer confianza, moderar las demandas de cada parte y llegar a un arreglo mutuamente satisfactorio.
El problema en nuestro caso se presenta cuando los tenderos suponen tratar con otro tendero, sólo para descubrir tardíamente que se hallan frente a un guerrero timador, manipulador, maula y engañador, como lo es el régimen de Nicolás Maduro, que sólo los ha utilizado para ganar tiempo y mantenerse en el poder.
Estas negociaciones timoratas y desventajosas tienen que quedar en el pasado, debido a que ahora tenemos una líder inquebrantable, dura, intransigente, coherente, perseverante, valiente, resuelta y determinada a sepultar el socialismo; ya que el 22 de octubre recibió ese mandato.
Nos toca a nosotros continuar avanzando, presionando de manera implacable e inclemente al régimen, desafiándolo hasta obligarlo a aceptar las condiciones que, con el mandato otorgado a Maria Corina Machado, está exigiendo con una imponente fuerza, la sociedad civil y nuestra ciudadanía venezolana, que lo ha expresado por acción (votando el 22 de octubre) y por omisión (absteniéndose el 03 de diciembre).
De manera que, a nuestro modo de ver, tenemos que seguir avanzando, presionando, organizando y vigilando todo el proceso de aquí a octubre del 2.024.
Julio Itriago, dirigente de Vente Anzoátegui