Durante muchos años hemos visto muy cerca la salida del régimen chavista-madurista, pero quizás jamás habíamos enviado un mensaje con tanta claridad al mundo, para que visualizaran y se prepararan literalmente para el fin del régimen hambreador y violador de derechos humanos en Venezuela.
Más que una frase lapidaria, es un mensaje firme e inequívoco a las democracias y sobre todo, a los gobiernos aliados del régimen de Maduro en el mundo. Entonces uno se pregunta: ¿Es posible salir de esta pesadilla de 24 años? Hoy los venezolanos ven esa posibilidad cierta, una vez que María Corina Machado se legitime el 22 de octubre como la líder de este movimiento libertario que crece cada día más y que es indetenible.
Por eso estamos claros que deseamos una negociación seria y real, pero una negociación para la salida, no una negociación para la quedada o para la cohabitación que es lo que lamentablemente ha ocurrido en los últimos años.
Que el mundo se prepare, porque una vez María Corina gane las primarias, aquí se va a plantear una nueva etapa de negociación, pero eso sí, ahora desde una posición de fuerza, de legitimidad, con un pueblo que ahora va a avalar una ruta y un liderazgo que ahora va a estar en esa mesa de negociación, porque no se va a acordar nada de espaldas al país, que pueda satisfacer a unos, pero sacrificar a toda una sociedad.
Estamos convencidos que, en estos meses cruciales por venir, está en juego el reacomodo del régimen en el poder o el camino hacia la libertad y la restauración de la democracia en Venezuela, es por eso que las primarias toman cada día más relevancia para el logro de los objetivos, porque es la gente, los ciudadanos que van a escoger y no el régimen al líder que lo va a derrotar en el 2024.
El 23 de octubre comienza de la mano de María Corina, un proyecto común que no va a buscar ni revanchas, ni a pasar facturas, sino buscar espacios de consenso, en un esfuerzo enorme por alinear a los líderes internacionales del mundo democrático y, no tan democrático, sobre cómo hacerle entender al régimen que en su mejor interés está no obstaculizar un proceso electoral competitivo y al mismo tiempo que una vez María Corina asuma la presidencia, desarrollará un programa de inversiones que a todos los agentes extranjeros también les traerá muchos beneficios para sus naciones, por que un país con prosperidad y crecimiento económico es un gran atractivo para cualquier nación del mundo.