El momento del punto de inflexión en el cuál los venezolanos deben escoger entre un modelo anacrónico y destructor del Estado y un modelo que representa el progreso, la expansión económica y el resurgimiento, ha llegado a nuestro país.
La entrada en escena de una valiente mujer, como es María Corina Machado, con un liderazgo real con peso específico que nos presenta; no una ilusión o espejismo, sino una alternativa real, una propuesta construida a lo largo y ancho del territorio nacional. Este nuevo transitar por las vías del cambio democrático, nos lleva indudablemente a enfrentar poderosos enemigos que pretenden seguir desarrollando el modelo socialista.
Los escollos que tiene que sortear María Corina Machado a veces son más intrincados y malévolos los que vienen de sectores que supuestamente defienden la democracia que de los propios opresores. Por eso Señor, te rogamos que nos libres del socialismo manso que del rojo me libro yo.
Una de las premisas básicas que dice la teoría formulada por grandes expertos en comunicación electoral es, que un candidato debe plantear claramente la diferenciación con respecto a los demás. María Corina Machado lo plantea cuando ha levantado las banderas del liberalismo y su propuesta económica de desarrollo social y de progreso constantemente contra el modelo opresor, desfasado y destructor de la riqueza nacional.
Es inconcebible como sectores de la oposición, que pretenden captar el voto de los venezolanos, siguen inoculados con el virus del socialismo, sus propuestas aún cuando sean de color amarillo, blanco, naranja, o azul, siguen cargadas con altas dosis de estatismo, con altas dosis de paternalismo estatal y que pretenden prolongar la aplicación de políticas socialistas un poco más light que las del régimen, dejando a un lado el análisis y la comprensión de las necesidades de un pueblo que ya decidió que era el momento de cambiar. Venezuela se debate entre comunismo o libertad.
El utilizar el vocabulario y la jerga socialista se ha hecho común en muchos seudolíderes de la oposición venezolana. Ellos han comprado para sí mismos, la contra cultura que el régimen ha pretendido sembrar en el país. Además del abusivo lenguaje incluyente, los socialistas mansos o bobos dicen “El petróleo es del pueblo”, “Aquí no vendrán las transnacionales” y pretenden seguir sembrando la luchas de clases, es lo más estúpido e infantil que pueda plantear un candidato opositor. María Corina ya ha enfrentado al comunismo duro, al ganar las primarias habrá derrotado al socialismo manso o bobo.
¿Qué plantea María Corina? Ella, desde el liberalismo moderno y progresista que es su bandera, propone la expansión de la economía venezolana y le da la importancia que tiene y seguirá teniendo la industria petrolera, la cual es el eje central del desarrollo económico venezolano. María Corina propone redimensionar el modelo de negocio petrolero, lo cual es necesario y vital para alcanzar niveles óptimos de producción. Su principal norte es la incorporación del capital privado –nacional e internacional– para que ayuden al Estado a realizar las grandes inversiones que se requieren. La cantidad de dólares para invertir en el país sólo se logrará con una presidenta que genere confianza en los mercados internacionales y que muestre un camino claro, un rumbo acertado hacia el desarrollo y progreso.
Cuando decimos ‘Vamos hasta el final’ es que estamos convencidos de que el único camino viable para Venezuela es el levantar las banderas liberales y promover el desarrollo de la iniciativa individual, en rescatar el valor del esfuerzo que hacemos cada uno de nosotros para lograr el desarrollo y sustento de nuestras familias.
El que no entienda que estamos luchando contra de un modelo económico caduco para implementar un nuevo esquema de desarrollo, está desfasado. Ésta no es una campaña tradicional, donde se busque vivir de añoranzas y de viejos recuerdos con modelos políticos y económicos que ya cumplieron su etapa en Venezuela. Hoy el camino hacia el progreso es con María Corina Machado y es hasta el final.