Las protestas de los trabajadores continuarán en Venezuela, la ciudadanía se ha activado exigiendo aumento salarial desde que inició el año 2023. Sin embargo, esas reivindicaciones aunque son legítimas, sí las aprueban sin un paquete de medidas adicionales resultan inoperantes porque representan combustible para la inflación, además que dicho circulante le imprimirá más presión al valor del dólar y el régimen dado su grueso déficit fiscal no podrá contener el inmediato incremento del valor del dólar.
El régimen está entrampado en su perverso juego macroeconómico. El faro de la estanflación amenaza con encandilar la economía nacional.
Mientras esto ocurre en la economía, hay fuertes señales de tensión social. Este año 2023 arrancó con protestas de todos los gremios y la conflictividad no abandonan las calles, lo que el régimen subestima con soberbia y arrojos de temeridad al ofrecer este 01 de mayo un galimatías salarial para dejar todo como estaba, y a juicios de muchos, peor.
En nuestro país no existe un incremento en la productividad que justifique cualquier tipo de aumento de sueldos y salarios. Y para contar con un cambio sustancial y estructural en las escalas salariales, se debe inexorablemente cambiar el modelo económico.
Los asesores ecuatorianos les indicaron desechar el esquema de ajustes salariales que venían resultando al final del camino en más hiperinflación.
La raíz fundamental de la tragedia salarial venezolana deriva de la creación por parte del régimen de una red clientelar electoral gigantesca y colocar a muchas personas a que dependan directamente del Estado. Cifra que oscila alrededor de los 8,5 millones a tenor de lo expresado en el Presupuesto Nacional del 2023 y la burocracia gubernamental. Esto es POPULISMO Socialista puro y duro.
Para cambiar esta realidad se debe procurar la sustitución del régimen a través del cambio politico e implementar un sistema de libre mercado que disminuya el tamaño del Estado e incentive la propiedad privada. Para que de esta manera los sueldos aumenten basados en la productividad y competitividad propias de un mercado abierto y libre.
María Corina Machado, ha manifestado reiteradamente que su propuesta está basada en el LIBERALISMO, doctrina que posee respuestas inequívocas y totalmente distintas a lo hecho en nuestro país historicamente. La líder del partido VENTE Venezuela ha sido enfática en sostener que el problema económico de nuestro país se soluciona con un proceso de privatización amplio, desde las empresas de telecomunicaciones, PDVSA, hasta las empresas básicas de Guayana.
Queda escoger entre dos vías diametralmente opuestas: o seguimos con este POPULISMO y SOCIALISMO nefasto, o nos encaminamos por los senderos del LIBERALISMO, que promueve la propiedad privada, la libertad individual, igualdad ante la ley y la disminución del tamaño del Estado. Es hora de definirse.
Coordinador de Formación de Vente Anzoátegui
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