Por haber iniciado mi carrera política desde el movimiento estudiantil universitario, siempre he tenido la tendencia a ayudar a todos aquellos jóvenes que deciden iniciar el camino en la actividad política partidista. A lo largo de mi trayectoria política propicié y ayudé a muchos muchachos a convertirse en importante dirigentes en sus municipios, algunos llegando a ocupar posiciones de concejales y hasta de Alcaldes.
En esa época los jóvenes luchábamos muy duro para no ser el escalón en la escalera de otros. Muchos jefes tenían la consigna que los jóvenes eran para pegar afiches y calcomanías. En la actualidad, cuando la actividad política ha mermado un poco debido al escepticismo reinante en la sociedad venezolana es gratificante cuando me consigo con jóvenes deseosos de estudiar y de aprender sobre el arte de la política. Una generación que piensa que la política es la escalera para el cambio.
Muchos movimientos juveniles en los últimos 10 años perdieron el norte y la esencia de lo que es hacer política juvenil, en una oportunidad recuerdo hace unos 15 años en una campaña Municipal, el grupo juvenil de un candidato Alcalde, la mayor discusión que sostenían era para saber cuando le tocaba a alguno de los miembros del equipo juvenil ir acompañando al candidato en su vehículo personal. Distorsionaron la política juvenil durante muchos años.
El camino electoral que nos lleva rumbo a las primarias de octubre 2023 requiere de una participación mayoritaria de los jóvenes venezolanos. Es a este sector a los cuales María Corina le ha dedicado más atención y ha puesto énfasis en su discurso. María Corina hace el llamado a los jóvenes a incorporarse a esta fuerza que está emergiendo con la intención de reconstruir y de transformar a Venezuela. Es necesario la construcción de un movimiento juvenil que tenga una visión distinta de la forma como hasta ahora se ha venido haciendo política, ya no hay espacio para la realización de eventos faustosos ni para la grandes oficinas, ni de equipos ostentosos que hacían algunos jóvenes políticos unos Magnates, por lo cual no se parecían para nada al sector que pretendían dirigir.
Encontrarme en Vente Venezuela Monagas, con un grupo de jóvenes que caminan, que transitan por las calles y avenidas de Maturín, que no necesitan de grandes oficinas, ni locales para reunirse. Solo el deseo y las ganas de transformar a Venezuela los lleva a juntarse en cualquier sitio de la ciudad. Esta semana, nada más simbólico y de buen presagio es ver a este grupo valiente de jóvenes reunirse en la escalera de un centro comercial. Allí en el medio del bullicio y de la algarabía de las personas que transitaban en este centro comercial, allí en el escalón de la escalera del progreso tuvieron una interesante tertulia sobre el llamado que hace María Corina a los jóvenes para sumarse a este proyecto de transformación y de cambio.
Ver a jóvenes sentados en los escalones, en diálogo ameno, franco, con posiciones contundentes y claras sobre cómo debe desarrollarse el país en los próximos 50 años. Jóvenes que desean que sus compañeros de estudios regresen al país, jóvenes que desean que sus tíos, primos, hermanos mayores regresen al país, jóvenes que desean tener una oportunidad en la tierra que los vio nacer. Subir por la escalera del progreso, en medio de las dificultades que implica ser política en estos momentos en Venezuela es un arduo trabajo, sin embargo lo facilita y lo hace ameno para el grupo juvenil de Vente Venezuela es el llevar el mensaje de María Corina Machado porque su discurso en este momento es la única alternativa viable que queda en el país.
Con mi pluma, con mis conocimientos y con mi disposición a dar lo mejor de mi experiencia estoy siempre presto a ayudar a la formación de una generación que aspiramos sean los que rijan los destinos de este estado en los próximos años.