Quienes conocemos o hemos vivido en ‘el actual estado Sucre’, sobre todo desde la ciudad de Carúpano hacia el extremo este, sabemos del funcionamiento -de hecho, no de derecho- de dos entidades federales conviviendo en el mismo territorio.
Me explico. Debido a la singular topografía de la región en forma de yunque, dos penínsulas: Araya y Paria; desde la actual capital, Cumaná, se dificulta cubrir o atender en forma eficaz todas las poblaciones. En particular, las ubicadas en la lejana península de Paria.
Por tal razón y desde la época gomecista, Cumaná -tradicional y legalmente ciudad capital- como que «delegaba» responsabilidades de gobierno a la ciudad de Carúpano, comunidad que por razones de cercanía geográfica podía atender más fácilmente los pueblos de Paria hasta el legendario Macuro, frente a las costas trinitarias.
Tal práctica continuó en la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, los gobiernos democráticos y también ahora con este régimen socialista-comunista de 23 años de duración.
Los partidos políticos y la Iglesia Católica, como rectores de la sociedad, iniciaron este «modus vivendi».
Acción Democrática con su CES Carúpano, CES Cumaná; MAS Cumaná, MAS Carúpano; Un Nuevo Tiempo y todos, con excepción de COPEI y VENTE VENEZUELA, partido liberal.
Somos la única entidad federal venezolana donde funcionan dos circuitos judiciales, dos cárceles, dos hospitales generales, dos oficinas sectoriales de tránsito terrestre, dos gobiernos eclesiásticos.
Lo faltante para la existencia «legal» de otro estado sería otro gobernador y la creación de una nueva asamblea legislativa o consejo legislativo regional.
La Iglesia Católica, por su parte, también posee dos estructuras jerárquicas: la Arquidiócesis de Cumaná con competencia hasta las ciudades de Cariaco, Casanay; y la Diócesis de Carúpano, de la cual depende hasta el último pueblecito de la península de Paria.
Con todo respeto, reto a cualquier otro ciudadano o institución venezolana a demostrarme en cualquier instancia si no son ciertas mis observaciones.
Por lo tanto, se hace necesario y urgente una reconfiguración política territorial de esta entidad federal venezolana; y además, circunscrita en un proyecto económico real, factible, pertinente, funcional, en consonancia a las verdaderas necesidades de los ciudadanos y no a circunstanciales apetencias políticas.
Un proyecto de «TIERRA DE GRACIA», llamada así por su descubridor, el gran Almirante Genovés Cristóbal Colón, hace exactamente 474 años.
Y ese nuevo estado debe llamarse «Paria, capital Güiria» (no Carúpano). En otras entregas explicaremos las razones.