(Cumaná, viernes, 26/08/2022) Manuel Rodríguez, coordinador de Vente Sucre, en reciente recorrido por la península de Paria pudo verificar la triste realidad en esta región venezolana. «Los pueblos son semejantes a las ‘Casas Muertas’ de Miguel Otero Silva. Todo está en calma; no hay siquiera un ciudadano caminando», dice Rodríguez.
El dirigente sucrense aseguró que la economía de la zona está fundamentada en la actividad del Puerto Pesquero Internacional de Güiria, explotaciones agrícolas de cacao, coco, ñame, ocumo blanco. Pero, a su juicio, la revolución destruyó totalmente el puerto. El gran negocio es la chatarra, picando aceleradamente barcos; una actividad que nadie conoce quien la controla ni sus beneficiarios.
La crisis en Paria y todo Sucre
Manuel Rodríguez considera que el representante del régimen en la entidad sucrense, en vez de estar auspiciado loterías como «la gran salvación», debiera ocuparse en acordar un intercambio comercial con Trinidad-Tobago y otras islas caribeñas, con el fin de robustecer económicamente la región.
O tratar de diligenciar a nivel central la activación de la explotación petrolera y gasífera del proyecto CIGMA, donde el Estado venezolano a través de PDVSA invirtió -o posiblemente perdió- millones de dólares.
Manuel Rodríguez consideró también que el oficialista podría comenzar por lo más elemental: «reparar las vías agrícolas y suministrar combustible a los pocos pescadores artesanales, sobrevivientes del «holocausto socialista».
Resaltó que todas estas carencias obligan a los ciudadanos a reclamar, exigir; por requerir un cambio, una esperanza. De allí surge la necesidad impostergable de un auténtico liderazgo nacional, como el de María Corina Machado, y la implementación de su proyecto liberal económico.