Comienza formalmente el gran festín electoral rumbo al fraude cantado del 21 de noviembre, sin que se haya logrado ninguna condición que justifique la participación equilibrada en dicho evento, tal y como fue prometido por los actores que fueron a México y que a salvar a Venezuela. Si eso ed salvarla, quédense en su casa y dejen a otros que de verdad tengan la intención de hacerlo.
Es triste ver como ciudadanos que dicen identificarse con el sector opositor al régimen, andan ofreciendo villas y castillas, a conciencia de saber que no podrán cumplir ninguna de las promesas hechas. Total, otro fraude más y otro engaño más a los venezolanos.
Lo que sí están intentando, es pretender legitimar al régimen; situación que seguramente será rechazada por los electores, que en conocimiento del gran fraude electoral que está montado, donde no se elegirá a nadie, sino que habrán algunas asignaciones de cargo que nada aportan en la solución del problema -que no es otro que la salida de Maduro del poder y lograr la libertad-, rechace asistir para prestarse a la farsa y se abstenga de ejercer su derecho al voto, como una acción contundente de desconocimiento y rechazo al régimen usurpador.
Es hora de seguir en resistencia de frente al régimen, de pie, con dignidad y honor. Este pueblo no se arrodilla.
¡Pa lante Venezuela, que la libertad es nuestra causa!