(Bogotá. 27/10/2021) Con inmenso dolor, he visto el video las gráficas de Nicolás Maduro exhibiéndose muy orondo en la UCV. Por supuesto, cuales delincuentes, él y su séquito violan el recinto y la autonomía consagrada en el artículo 109 constitucional. Les importa un comino, porque matan dos pájaros de un solo tiro arrodillan a la universidad, mi universidad, la universidad de la cal egresé con orgullo, y al mismo tiempo se meten unos reales. Así mismito es: ¡unos reales! Porque no es gratis eso de echarle cuatro brochazos a la Ciudad de Carlos Raúl Villanueva. En el papel dirá mil brochazos, pero con cuatro hacen el aguaje y el resto se lo meten en el bolsillo, en una cuenta de Andorra es un negoción lo de “salvar” a la universidad de la ruina que el propio socialismo ha creado, partiéndole las piernas para que ella agradezca las muletas.
Desvalijaron a la UDO y hasta le quemaron la biblioteca de Cumaná y ni la más mínima vergüenza le dio al ministro de la usurpación para la Educación Superior. No podía darle, porque este ataque sistemático, inescrupuloso, contra la universidad le era necesario para amedrentar a los líderes que quedaban entre el estudiantado y el profesorado y, al mismo tiempo, aguantarse para poner a los contratistas, a sus contratistas, a “salvar” a la universidad, maquillándola. Una conspiración perfecta y rentable, porque la Jacqueline Farías que prometió años atrás el Guaire tan limpio como para bañarse, ahora entra en acción con su gente y sus equipos, añadidos algunos nombres que se les han dado de “opositores”, para abultar las cuentas que tienen en los paraísos fiscales. No hay peor cuña que la de un mismo palo, y la Farías, egresada de la UCV, es la misma comunista de los años ’80 pero con las agallas suficientes para hacer de su tarea política, todo un negocio. Total, no pagará mano de obra, sino lo hará el Estado con la tal “chamba juvenil”, mientras los reales tienen al bigotón de Miraflores en guardia.
¡Qué no propusimos dese la Fracción 16 de Julio para salvar a la universidad! Yo mismo he hablado en las plenarias de la Asamblea Nacional sobre el punto. Planteamos hasta una conferencia nacional de líderes universitarios para tratar con urgencia el asunto, y lo replanteamos con urgencia. Es necesario defender a la universidad ¡ya! Y esta misma semana, desde la rectora para abajo, dando la cara el presidente de la FCU y de la Asociación de Profesores, Sindicatos y gremios de empleados, deben convocar a un acto multitudinario en la llamada tierra de nadie, con las medidas de bioseguridad necesarias, para rechazar a Nicolás, a Delcy, a Jacqueline, a Tibisay ya la pila de delincuentes que quieren acabar con mi universidad.
Juan Pablo García