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Venezuela atraviesa el período más oscuro de su historia republicana. Nuestra tragedia tiene ciertas semejanzas a las que les tocó sortear a los Judíos en tiempos de Moisés, quienes por estar adorando falsos ídolos y un becerro de oro, fueron obligados a vagar 40 años por el desierto en la búsqueda de la tierra prometida. En buena medida, la génesis de nuestra situación debemos atribuirla al fracaso de la política.

Entendiendo la política como la ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los estados. En consecuencia, los políticos son las personas vinculadas o relacionadas a la actividad política, o que intervienen en dichas actividades.

Aristóteles en su tratado La política señaló:

“Todo Estado es, evidentemente, una asociación, y toda asociación no se forma sino en vista de algún bien, puesto que los hombres, cualesquiera que ellos sean, nunca hacen nada sino en vista de lo que les parece ser bueno. Es claro, por tanto, que todas las asociaciones tienden a un bien de cierta especie, y que el más importante de todos los bienes debe ser el objeto de la más importante de las asociaciones, de aquella que encierra todas las demás, y a la cual se llama precisamente Estado y asociación política”.

La política es una actividad muy compleja, empeñarnos en negarlo a los venezolanos nos ha resultado muy costoso y hasta peligroso. Siempre he defendido la idea de que no se puede dar una respuesta sencilla a un planteamiento o una situación compleja, por ello rechazo al voluntarismo que contrapone la voluntad a la razón, y que caprichosamente le otorga más valor a la acción que al conocimiento, lo cual denota una falta de disciplina que trae como consecuencia la improvisación para hacerle frente a las responsabilidades inherentes al ejercicio de la actividad política.

Los buenistas, también contraponen sus deseos y su visión a la razón. Sus imposturas resultan siendo un engaño con apariencia de verdad. Atribuyen condiciones especiales que dependen del género, edad, origen etnico, condición social o preferencias sexuales de las personas, y no de los méritos propios del individuo y de sus capacidades para desempeñar exitosamente las responsabilidades.

Me resulta absurdamente sorprendente ver la cantidad de arribistas improvisados, impostores que se hacen pasar por lo que no son. No obstante, aspiran a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad y al país. Estas personas intentan embaucarnos para vendernos la idea de un precario liderazgo político, que acepta la cohabitación como un instrumento para generar un cambio político en Venezuela, que no llegará mientras no exista una amenaza creíble que estimule acciones que permitan invertir la relación de las fuerzas que se disputan el poder.

Desde hace varias décadas, la política en Venezuela cayó en decadencia. Lo que hoy vivimos son las secuelas del fracaso de la política en el país. El pragmatismo mostrado por los dirigentes de los partidos hizo implosionar la política. Ejemplo de ello lo vemos en la confabulación de los copartidarios del presidente Pérez para defenestrarlo de la presidencia de la República, ocurrida en la década de los noventa. Pero también se evidencia de la ambición del líder fundador de otro partido que cerró el paso a sus discípulos y atentó contra el partido del cual fue su fundador. Estos son ejemplos de los vientos que trajeron estas tempestades. He querido referirme a estos dos episodios de la política para ilustrar un poco y no abonar el terreno para las generalizaciones falaces, que, en definitiva, plantean una solución perfecta a algo que no es tan simple.

La política es una actividad humana que se ocupa de atender los asuntos públicos. En consecuencia, un político es un ciudadano ocupado en los asuntos públicos. Es un error el permitir que algunas partes interesadas continúen vaciando de contenido a las palabras y los conceptos. La política es difícil de encarar, como actividad humana es imperfecta, pero puede ser mejorada perfectamente. Para ello requerimos mejores políticos, que solo serán posibles con mejores ciudadanos.

Los venezolanos debemos plantarnos firmes contra la impostura política, mal acompañados no llegaremos a ninguna parte. Ánimo, de esto nos estamos ocupando.

 

@pgalvisve