Desde los inicios del nuevo milenio el régimen al mando del difunto Chávez, quien fue el artífice de toda esta tragedia que vivimos los venezolanos, comenzó a corromper el sistema electoral de ese entonces, en primera medida cambiando la forma de votar de un proceso manual a uno electrónico, a través de las maquinas de Smarmatic, empresa que más de una decana después y con alrededor de 20 procesos electorales encima, denunció que se había estado manipulando resultados electorales.
El régimen a estas alturas del juego donde es considerado un régimen criminal a los ojos de las democracias del mundo, ha necesitado diseñar un ecosistema electoral en donde necesariamente entren al juego una serie de actores que le hagan la contra parte para poder desarrollar una política electoral que le permita mostrar al mundo una imagen de un sistema democrático con imperfecciones, que al fin y al cabo demuestre que ha logrado entenderse y convivir con sus adversarios políticos.
Desde hace muchos años hemos venido advirtiendo que la oposición venezolana había sido infiltrada y corrompida por el régimen, a través de un aparato descomunal en donde están involucrados medios de comunicación, empresarios, gremios, sectores de la iglesia, periodistas, artistas, influencers, deportistas, sindicatos, entidades financieras, gobiernos extranjeros, guerrilla, paramilitares, grupos armados, colectivos, es decir, todo un sistema que trabaja directa e indirectamente de una u otra forma para favorecer y fortalecer la permanencia del régimen en el poder y para poder esquivar y zafarse de las sanciones económicas individuales.
Han creado una oposición a su medida, que hoy sin garantía alguna, anuncian su participación a la jornada de estabilización a favor del régimen este 21 de Noviembre, aunado al pacto de convivencia que se acaba se sellar en México y que entierra definitivamente a un gobierno interino que pasara a la historia como los 3 años mas grises de la lucha por la libertad y la democracia en Venezuela, ya que después de haberlo tenido todo, hoy termina sin nada.
El chavismo luego del 2015 reconstruyo el sistema electoral, entendiendo que al tener un rechazo de más del 80% no tendrían ninguna oportunidad de poder mantener el poder a través de elecciones y requería de 2 movimientos importantes. El primero, tener un sistema electoral que no fuera vulnerable para su fuerza política de no más del 20% de apoyo popular y segundo, de una oposición a su medida que les confabulara cada fraude electoral que ellos organizaran a partir del 2017. Comenzaron con Falcón, Bertuchi, Timoteo, Claudio Fermín y hoy terminan con todo el G4, frente amplio y plataforma unitaria, para darle un sello de legitimidad ante gran parte de la comunidad internacional.
Han generado un ambiente abiótico que trae como consecuencia que los ciudadanos sientan que la única solución es resignarse a vivir con el chavismo, en una jaula más grande, adaptándose a sobrevivir con las calamidades. Formaron un ecosistema simbiótico en donde todos se alimentan unos de otros para beneficiarse con cuotas de poder, en donde al final el régimen es el gran ganador, porque se mantiene en poder y controla a una gran parte de la oposición que durante años formo parte de los que los enfrentaba.
Coordinador de Vente Maturin
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