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A un mes del anuncio hecho por Maduro en el acto de recibimiento a los atletas participantes en los Juegos Olímpicos de Tokio, el tema de conversación en el sector deportivo estaba referido a los avances de lo anunciado en ese acto. Muchos, por no decir la gran mayoría de los atletas, entrenadores, dirigentes, padres, representantes y periodistas, dudaban de las promesas ofrecidas, pero le daban el beneficio de la duda y esperaban a ver para creer que no era un engaño más.

 

La realidad no se hizo esperar y en el transcurso de treinta días el “Plan Sueño Olímpico París 2024”, progresivamente, se fue transformando en una pesadilla continua. Todos veían y sentían como día a día Maduro quedaba al desnudo con el incumplimiento progresivo de lo rimbombantemente ofrecido como la ruta a seguir para la próxima cita olímpica. Un simple análisis de cada una de las promesas en lo relacionado con la oferta y lo cumplido nos permite dejar en evidencia la nueva farsa de sus planes para -ahora sí- atender el deporte:

 

  • Promesa # 1: “Ordeno a la vicepresidente ejecutiva, Delcy Rodríguez, convocar a los integrantes del sector deportivo de Venezuela a mesas de trabajo para, en un lapso no mayor de 15 días, presentar el Plan Sueño Olímpico París 2024”.

 

El sueño ya presenta una pesadilla de retraso mayor a una quincena. El plan no aparece por ningún lado. Se repite la historia de la traída de los 10.000 “entrenadores” cubanos a partir del año 2002, con la finalidad de hacer un diagnóstico del deporte en el país y, a 19 años de ese hecho, todavía no se conoce ni siquiera un párrafo de ese famoso diagnóstico.

 

  • Promesa # 2: “Traer a Venezuela los mejores entrenadores de Asia, Europa, África, los mejores del mundo, de acuerdo a la especialidad”.

La pesadilla sigue con el correr de los días. Con la experiencia del atraso en los pagos, vivida por los entrenadores polacos y eslovenos, hasta ahora ningún entrenador ha firmado contrato para venir al país. La pesadilla alcanzó niveles de terror con lo sucedido al entrenador de la Vinotinto de Futbol ¡¡¡catorce meses sin cobrar su sueldo!!!

 

  • Promesa # 3: “En un lapso de 30 días ya deberíamos saber quiénes son las promesas olímpicas rumbo a Paris 2024 y darle todo el apoyo psicológico, financiero, de entrenamiento, técnico, logístico y científico”.

 

En este punto Maduro entró en un proceso de alucinación al pretender hacernos creer que como el mago Merlín tenía una bola de cristal para desde ya ver quiénes son las promesas olímpicas, pasando por alto que solo en las competencias y no en alucinaciones es que se ganan los derechos a formar parte de una selección nacional deportiva.

 

  • Promesa # 4: “Durante el mes de diciembre, de este año, se retomará todo el Sistema de los Juegos Deportivos Nacionales”.

 

Diez años consecutivos de suspensión de los juegos nacionales 2011-2021, han sido la peor pesadilla que ha tenido el deporte venezolano. Ahora, el delirio gubernamental, pretende hacer creer que lo no resuelto en una década va a resolverse en tres meses. En este momento ningún estado del país tiene recursos económicos para asistir a unos juegos. Los entrenadores tienen salarios de hambre. Las instalaciones están deterioradas. Los atletas carecen de asistencia social. A todo esto, hay que sumarle la crisis de combustible, transporte, alimentación, salud e hiperinflación.

 

Se hace evidente por demás, que el sueño de los deportistas venezolanos por alcanzar niveles de superación y representar al país en eventos internacionales, se transforma en una pesadilla por la incapacidad gubernamental para resolver los problemas que afectan al deporte.