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Nuestro país es rico en cultura, es por ello que abundan los cuentos de caminos, las frases, expresiones populares y los conocidos refranes, que no son más que una muestra de nuestra idiosincrasia y de la picardía que el venezolano demuestra hasta en las peores circunstancias. Hoy me refiero a uno de esos refranes criollos, bastante conocidos: Cachicamo trabaja pa´ lapa.

 

Esta frase, se refiere a 2 animales de nuestra fauna, el primero es el cachicamo, que para huir de sus depredadores o cualquier peligro, cava una profunda madriguera en la que se entierra, expande su caparazón y se aferra con las uñas, lo que hace muy difícil sacarlo. Y por otro lado está la lapa, animal de una carne muy buscada por los comensales venezolanos, pero que no cava sus propias madrigueras, sino que se aprovecha del trabajo realizado por los cachicamos y le roba su cueva, además de apropiarse de los alimentos guardados allí por el conchudo dueño anterior.

 

Es por ello que esta muy popular expresión se usa para referirse cuando alguien realiza un trabajo con esfuerzo propio, pero es otra la que disfruta de los beneficios de ese logro, sin realmente merecerlo. Y esto pasa en cualquier parte, en la empresa, en las instituciones públicas, en nuestro quehacer diario, pero también pasa en la política, que es donde precisamente me quiero referir.

 

Son muchos los dirigentes que se han sumado a la farsa electoral convocada por el irrito CNE del régimen de Maduro para el próximo 21 de noviembre, la cual no es más que una repartición de cargos, pues los resultados ya están negociados. Muchos de estos personajes, a sabiendas de que en algunos casos ni siguieran tendrán oportunidades de figurar en el cuadro seleccionado, solo andan detrás de cuotas de poder, carguitos o simplemente los dólares que deja una campaña electoral.

 

Los primeros cachicamos en salir fueron los de la llamada mesita o los alacranes, como la mayoría de los venezolanos les conocemos. Estos jugaron adelantados y se anotaron de primeros en la movida, saliendo a recorrer barrios y urbanizaciones del país, para tratar de promover entre quienes les seguían la participación en la farsa electoral, el trabajo fue arduo -pero les será bien recompensado- ya que convencer a los electores que saben que una elecciones no resolverán sus problemas, no es tarea fácil, pero ellos usando el populismo que los caracteriza, ofrecen lo que nunca van a poder hacer, con tal de ganar adeptos.

 

Pero por otro lado, agazapados y esperando que desde el diálogo cómplice de México, se les dé el visto bueno para lanzar sus candidaturas oficiales, están las lapas del G4, quienes al igual han estado en campaña, diciendo que no existen condiciones para ir a unas elecciones, pero igual están preparados y van a participar; al igual que los anteriores su único propósito es obtener cuotas de poder, mediante la asignación de una que otra gobernación o alcaldía, pero que saben muy bien no van a poder ejercer bien su cargo, pues siempre tendrán que rendirle pleitesía y seguir las órdenes de Maduro.

 

Ahora entre ellos, se pelean la cueva, el resultado de quien la ganará, se debatirá por consenso, en primarias, por encuestas, o en cualquier reunión en la que el licor de 18 años en adelante, sea el acompañante de las decisiones. Los primeros trabajaron para que los segundos sean los elegidos, o quizás esto sea al revés, al final todos ganan, pues saldrán beneficiados con algún cargüito, una obra o premio de consolación en verdes; pero el que si pierde es el país, pues todos los que se presten para participar en este proceso del 21 de noviembre, se convierten en cachicamos que estarán trabajando para las lapas del régimen, dándole oxígeno y prolongando el sufrimiento de millones de venezolanos.

 

César Tablante Serrano

TSU en Contaduría Pública

Líder Fénix en el municipio Barinas

Coordinador de Comunicaciones de Vente en el estado Barinas

@cesartablante