En vísperas de iniciar un nuevo año escolar y dada la situación migratoria de una parte importante de docentes titulares, quienes por el escaso poder adquisitivo de sus salarios decidieron salir del país, o dedicarse a trabajos informales que les permitan obtener mayores ingresos para subsistir y mantener las necesidades básicas de sus familias, crece el escepticismo e incertidumbre en cuanto al abordaje de estrategias, virtuales o no, que garanticen la continuidad y el logro de competencias deseables, útiles para la formación cognoscitiva de la población estudiantil.
Y es que, aunado a lo antes expuesto persiste el deficiente servicio de internet, las constantes fallas eléctricas y la imposibilidad económica que afecta a muchos representantes y maestros para adquirir teléfonos o computadoras acordes.
Considero entonces razonable determinar si realmente las personas que hoy sustituyen a esos docentes, especialmente las que no se prepararon académicamente para ejercer la docencia, están siendo orientados en lo que a métodos y estrategias didácticas se refiere, por parte de quienes les compete, a fin de garantizar la remisión de información e instrucciones claras, precisas y adaptadas según su complejidad, a determinados grados y niveles.
Cito la preocupación de algunos padres a quienes prácticamente se les ha dado la responsabilidad de la formación cognoscitiva de sus hijos y/o representados, ellos manifiestan que optan por asumir solo conocimientos puntuales: las cuatro operaciones numéricas básicas, además de lectura y escritura (entendida exclusivamente como copiar, tomar dictados de un texto y decodificar en un silabario o libro de lectura), mientras que para resolver las tareas asignadas recurren a otros docentes que ya no ejercen en instituciones formales o se encuentran jubilados; para que resuelvan los ejercicios e interrogantes emitidos a través de la mensajería instantánea Whatsapps, dado que no poseen conocimientos sobre la temática en cuestión, o en muchos casos no son claras las instrucciones que preceden a cada uno de los items. Se deduce entonces, que las clases virtuales son una cadena de simples asignaciones de tareas que generalmente son resueltas por adultos y los estudiantes se limitan a copiar.
Un padre manifiesta la inquietud de que a su hijo le formularon un ejercicio de Lengua Española donde se le pedía responder el masculino y el femenino de objetos, él le pidió al maestro que le aclarara porque su lógica le decía que los objetos son inanimados y por tanto no tienen sexo; lamentablemente el docente que formuló el ejercicio no argumentó razones gramaticales y el ejercicio pues simplemente no se hizo. Esto entre otras cosas, repito, conduce al escepticismo y a la incertidumbre.
La anomalía no es solo por la pandemia, esto sucede desde antes, ya que la migración de educadores titulares y formados como tal, es consecuencia de la miseria en que se vio sumida el magisterio. Y si los pilares fundamentales donde se sostiene el avance progresivo del proceso de aprendizaje son los niveles de inicial y primaria, entonces lo comparo con un edificio cuyas bases se levanten con el material de menos calidad por ser más barato.
Prof. América Cedeño
Coordinadora de Promoción de Valores en Vente Delta