Para quienes nos sentimos amantes de las ideas libertarias, la Venezuela de hoy representa el mejor ejemplo de la destrucción generada a partir de la continua coacción hacia el impulso de la prosperidad.
Es una pena que a dónde quiera que fijamos nuestra mirada, se observe el cataclismo de más 22 años de decisiones cuya única finalidad estaban destinadas a disipar paulatinamente la calidad de vida de los ciudadanos. En este sentido, hoy, se hace importante sobreponernos a los problemas que tanto nos azotan, hacer de la fatalidad una oportunidad de ensueño que nos permita centrar esfuerzos con la única finalidad de generar ideas trascendentales que revitalizan nuestra forma de vivir.
Y es que desde el enfoque de la libertad, «vemos el vaso medio lleno», ya que desde esta perspectiva la ruina del presente es una oportunidad para materializar un legado de soluciones inteligentes para las generaciones del futuro. Llegar hasta allá no será nada fácil, en ocasiones el camino será un poco tormentoso, más no imposible, sin embargo es importante que como futuros líderes sigamos minuciosamente el antecedente de países quienes pasaron de la miseria al éxito en unas cuantas décadas.
En virtud de las palabras antes mencionadas es necesario hacer énfasis en capitalizar una Venezuela de ensueño, a través de medidas económicas que quiebren las trabas de la burocracia tradicional y así mismo fomenten el emprendimiento, dónde los altos impuestos, la extorsión desmedida, la inseguridad y la zozobra creadas intencionalmente por el sistema criminal hoy presente sea cosa del pasado.
Para lograr ese objetivo debemos encaminarnos por lograr condiciones adecuadas a través de un sistema fiscal eficiente que garantice bajas tasas de impuestos a aquellos inversores que generen desarrollo, empleo y prosperidad en nuestro país, engranar el orden jurídico de Venezuela donde tanto la justicia, como el respeto a la propiedad privada forjen el matiz ideal para otorgar plena seguridad a quienes en nuestro territorio deseen invertir, y por último aunque no menos importante, erradicar a través de la educación ciudadana los retazos de control estatal impregnado por el socialismo dentro de nuestra sociedad por más de 60 años, ya que a mí criterio por más que existan condiciones económicas idóneas para avanzar hacia el desarrollo efectivo de nuestra nación, si no enseñamos a las futuras generaciones los beneficios que la innovación a través de la libertad pueda otorgar, tropezaremos una vez más con la piedra del conformismo que tanto daño nos ha hecho.
Para terminar puntualizó que ese sueño de un país renacido se encuentra muy cerca de nuestro alcance, solo debemos seguir siendo constantes, no desmayar en ese «loco empeño» que tenemos de vivir en condiciones que favorezcan nuestra calidad de vida. El resurgimiento de Venezuela traerá connotaciones positivas para quienes anhelamos libertad, sin lugar a dudas pasaremos a ser ejemplo de que bajo esta premisa dejaremos un precedente histórico que nos llenará de orgullo por ser parte de esta transformación.
¡Que nuestros límites para la innovación no se disipen nunca!
Renzo José Meza
Licenciado en Contaduría Pública
Secretario Político Estadal de Vente Barinas
@RenzoJMeza