El equipo estadal de Comunicaciones de Vente Venezuela en Aragua visita la comunidad Río Blanco II, ubicada en la parroquia Pedro José Ovalles al sur de Maracay, la cual fue terriblemente afectada por el desbordamiento del río Madre Vieja el pasado 13 de octubre de 2020
(Maracay. 12/07/2021) “No es solo por cuestiones naturales, lo que aquí se vive también es desidia”, señaló Jubelys Álvarez, coordinadora estadal de Comunicaciones de Vente Venezuela en Aragua, ante las inundaciones que nuevamente están azotando a las comunidades al sur de la ciudad de Maracay.
Ante esta situación el equipo estadal de Comunicaciones del partido de la libertad en la entidad central del país visitaron el pasado miércoles 7 de julio la comunidad de Río Blanco II, ubicada en la parroquia Pedro José Ovalles al sur de Maracay, la cual fue terriblemente afectada por el desbordamiento del río Madre Vieja el pasado 13 de octubre de 2020.
Durante el recorrido pudieron constatar las condiciones inhumanas en las que se encuentran los residentes del sector, ya que después de casi 9 meses de la tragedia, los maracayeros aun temen por sus bienes materiales y sus vidas. “Aún no lo hemos superado, porque cada vez que llueve y el río crece, la desesperación se apodera de nosotros”, dijo una de las vecinas afectadas que les permitió grabar su testimonio.
Uno de los problemas existentes en dicha comunidad, es el colapso de las redes de desagüe por la acumulación de lodo y escombros que arrastró la corriente del río. Desde el primer momento, como vecinos organizados, han elevado las denuncias pertinentes a los entes competentes para solventar las irregularidades en Río Blanco, sin embargo, han ignorado la voz de desesperación y de auxilio de los habitantes que urgen de atención para no volver a repetir la historia.
Damelys Malavé, miembro del equipo de Comunicaciones, expresó que “ver a los residentes sensibilizados por el hecho de reportar lo que sucede, nos motivó a seguir dando a conocer lo que padecen”. Asimismo, Fabiola Jiménez, también miembro del equipo, apuntó que “los vecinos de Río Blanco viven en zozobra, las casas poco a poco van cediendo a causa de las filtraciones de aguas negras y el hedor en sus hogares les imposibilita habitar en el lugar que construyeron con mucho esfuerzo”.
Jubelys Álvarez, que también una de las afectadas por las inundaciones que afectó a todo el sur de Maracay, afirmó que “las voces de auxilio están perdiendo su fuerza al notar que nadie los quiere escuchar, pero, aunque yo también padezco lo mismo que mis vecinos, solo puedo hablar y actuar hasta lograr el objetivo de ser escuchados”, Álvarez señaló que esta situación “no es solo por cuestiones de la naturaleza, lo que aquí se vive también es desidia”.
El equipo de comunicaciones considera importante seguir denunciando lo que se vive en el sur de Maracay, ya que, hasta el día de hoy, las comunidades de la parroquia y demás municipios no han sido debidamente atendidas luego de la tragedia que marcó la vida de los aragüeños.