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Luego que el 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS), declarara oficialmente al Coronavirus como una pandemia, esta terrible enfermedad se ha expandido rápida y mortalmente alrededor del mundo, causando estragos de cualquier índole a la población en general.

Hasta la fecha, ya han sido contagiadas más de 180 millones de personas y aunque existe un alto porcentaje de personas que se recuperan, lamentable y dolorosamente las cifras de fallecidos supera los 4 millones.

Todos los países en el mundo buscaron las herramientas –unas más eficaces que otras- para enfrentar este virus producido en China y que rápidamente se propagaba por el mundo, hasta que se logró gracias al esfuerzo de gobiernos, compañías, y organizaciones de la salud, tener vacunas que aunque no previenen el contagio, reducen en cierto porcentaje la mortalidad de la enfermedad. Sin embargo desde que se comenzó el proceso de vacunación, apenas se han aplicado un poco más de 3 millones de dosis y solamente un 11% de la población mundial está completamente vacunada.

En el caso Venezuela es mucho peor y duro de enfrentar, más de 20 años de socialismo han hundido al país en una crisis humanitaria compleja que no nos permite tener calidad de vida, mucho menos ha permitido enfrentar el virus en las condiciones que los han hecho otros países de la región.

En primer lugar, aunque desde el 13 de marzo de 2020 se decretó una cuarentena anticipada por parte del régimen de Maduro, no estábamos preparados económicamente para enfrentar esta crisis; en segundo lugar los voceros del régimen han maquillado las cifras a su antojo, ocultando la verdad y no permitiendo tener acceso a la verdad y por ultimo nuestro país no llega al 1% de la población vacunada.

Pero detrás del virus y todas las complicaciones económicas que esto trae, está no solamente la pérdida física de un familiar o amigo, está el dolor de no poder despedirlo, de no poder compartir con la familia el sufrimiento de una perdida. Es terrible ver el dolor de una madre que nunca está preparada para perder un hijo, pero es duro que ni siquiera lo pueda llevar hasta la última morada; o hijos que han perdido a ambos padres y que no puedan ni siquiera compartir el dolor con amigos u otros familiares; cuantas familias enteras que han perdido alguno de sus miembros; cuantos contagiados están hoy en hospitales a la buena de Dios, porque en esos sitios no ha insumos y quienes allí prestan servicio trabajan con las uñas, con casi 700 venezolanos que trabajan en el sector salud fallecidos por complicaciones asociadas al Covid-19.

Es muy duro ver a un familiar suplicar por no tener como comprar una bombona de oxígeno o cualquier otro de los medicamento para el tratamiento del virus, tratamiento que puede fácil pasar de los 1.500 dólares; ver como las personas crean campañas en las redes para tratar de conseguir estos recursos, que venden todos sus bienes materiales para tratar de salvar a un familiar y que en muchos casos, estos no el ganen la batalla al virus; ver como nuestros hermanos que forman parte de los casi 7 millones de venezolanos que han huido del país, y que fallecen en otras tierras, que sus familiares ni siquiera los puedan repatriar; a todos quienes de una y otra manera hemos perdido un familiar por el virus, el dolor es fuerte, todo esto duele y desgarra el alma.

Desde Vente Venezuela seguiremos trabajando sin descanso para cambiar esta realidad, pero mientras tanto la mejor manera de prevención es usar la mascarilla, el lavado constante de las manos con agua y jabón, usar alcohol o gel antibacterial y sobretodo mantener el distanciamiento social. Tu eres útil, te necesitaremos para reconstruir Venezuela, por eso te pedimos que te cuides y a los tuyos.

 

César Tablante Serrano

TSU en Contaduría Pública

Líder Fénix en el municipio Barinas

Coordinador de Comunicaciones de Vente en el estado Barinas

@cesartablante