Resulta evidente que la complejidad de problemas en los que se encuentra sometida Venezuela llevan a identificar fenómenos que han conducido a denominar dicha situación como «crisis humanitaria compleja» y también, como «guerra híbrida», solo por mencionar dos de los más resaltantes, a decir del experimentado caos extremo etiquetado de «inédito», lo cual, exige respuestas inéditas entre las que se encuentran: la «formación» individual de la ciudadanía en relación a la situación que nos atañe y con ello, la «organización» de la gente formada.
Aunque se vea sencillo decirlo en este papel, en realidad trata de un asunto también complejo debido a la suma de factores que de una u otra forma pudieran influir de manera contraria, al intentar poner en práctica algún programa de formación, tomando en cuenta que tal empresa por su misma naturaleza tiene que ver con las aspiraciones y puntos de vista de cada individuo, bien de quien imparte la formación como del destinatario. He aquí algunos de los aspectos importantes de la gran tarea. En tal sentido, para quienes estamos del lado de impartir formación con el propósito de conocer y aportar respuestas ante el fenómeno político venezolano representa un gran reto, procediendo de inmediato a hacer mención de solo algunos de estos.
En ese orden, uno de los más importantes aspectos, consiste en comprender que si bien Venezuela fue fundada sobre la premisa de una República en oposición a la monarquía española, no es posible asegurar con propiedad que en los 200 años de su existencia, aquí se hayan cumplido a cabalidad los elementos del sistema de gobierno republicano, a saber: el imperio de la ley formula con racionalidad y en valor de lo justo, la separación de poderes en ejercicio equilibrado de funciones y el Estado de Derecho. Al respecto, es coincidente el relato histórico que nos dice de la sucesiva serie de caudillos y tiranos, por tanto, hegemónicos y autoritarios presentes a lo largo de los años, lo más parecidos a los reyes y jerarcas desalojados del poder mediante la Guerra de Independencia.
El otro aspecto tiene que ver con el ejercicio democrático. En este punto destaca que en el siglo XX se dieron importantes actos orientados a concretar el establecimiento del sistema de garantías, esencia de la democracia y si bien se dio una gran paso entre las décadas de 1960 a 1990, cabe decir, que a pesar de los importantes logros alcanzados, el ejercicio democrático fue objeto de agresivos ataques por parte de sus enemigos, observando como dato muy particular, que muchos de estos enemigos se encontraban dentro de los mismos partidos políticos que hacían «vida democrática».
En definitiva, los resultados dicen que buena parte de la jerarquía política de entonces tampoco tuvo la necesaria y debida convicción requerida para construir y lograr la permanencia de la República y la Democracia. Es de considerar, que esta comprende la consecución de las garantías reconocidas al ser humano para que este se realice a sí mismo y construya su convivencia, en el marco de la sociedad civil en ejercicio pleno de ciudadanía caracterizada por libertades. De modo que, urge imponermos esta tarea desde aquí emprendida y de la cual, estaremos discurriendo.
Asdrubal Romero Silva
Abogado, Msc. en Ciencias Penales
Coordinador Estadal de Formación de Cuadros
@AsdrubalRomer16