El diccionario de la Real Academia de la Lengua contiene la palabra INOPIA (del.rae.es/inopia), de donde nos apoyamos para construir la expresión «inopia política» en orden a la aplicación práctica que a continuación introduce la ilustre academia a decir, de la más absoluta ignorancia de algo. En si, Inopia proviene del latín «inopia» cuyo significado comprende condición de Indigencia, pobreza, escasez.
Sin lugar a dudas, el vocablo en cita es perfectamente aplicable al resultado derivado del desempeño de los «actores políticos» quienes a modo individual y de partidos políticos han estado interviniendo en el plano de «opositores frente el régimen» anclado en el poder de Venezuela en lo que va del siglo XXI. A propósito, destaco entre comillas la expresión: «opositores frente al régimen», considerando que la experiencia dice que dichos actores políticos han actuado más en complicidad con el aparato de poder de donde se han ganado denominaciones tales como: pseudo oposición, oposición fallida, oposición cómplice y oposición cohabitadora, entre muchas.
En ese orden, la condición de «inopia política» demostrada por la pseudo oposición queda evidenciada del largo listado de actuaciones que a la vista de la ciudadanía se encuentran como expresión de la falta de interés por ejercer con eficacia el mandato que les fue dado para hacer frente al régimen mediante actos que constituyan la salida de éste del poder. Para esto y no para otra cosa fueron elegidos dejándose constancia que ha habido hechos y mecanismos legales para actuar en consecuencia. Pero no, la oposición cómplice no escuchó el clamor de la gente ni respondió a la confianza que en ellos fue depositada. Como ha quedado demostrado, una y otra vez claudicaron en falsas negociaciones, falsos diálogos y acuerdos favoreciendo al régimen. De aquí, su complicidad y acomodo en la cohabitación con ilegítimos usurpadores del poder en Venezuela a espaldas de los verdaderos dueños del poder que radica en la soberanía ciudadana. Al respecto, las informaciones hablan de algo así como de catorce fallidos diálogos, negociaciones y acuerdos en veinte años.
Ahora, una vez más la indigente oposición se lanza a negociaciones, un acuerdo de salvación nacional, elecciones conjuntamente con un revocatorio dándonos la impresión de marchar a ciegas como quien carga a rastras pesadas cadenas (eso sí, a bolsillos llenos), intentando convencer a quienes alguna vez le brindaron el apoyo hoy negado debido al insincero proceder.
Lo cierto de todo es que una importante cantidad de gente ya reacciona rechazando la constante actuación de la oposición fallida que luce desplomada por esa manera de hacer política en nuestro país, consumida en su propia miseria, empobrecidos por no merecer el reconocimiento de los traicionados. De aquí, que esto exige el surgimiento de nuevas y veraces fuerzas de oposición formadas en los contenidos que nos lleven a la construcción de la República fundada en valores y principios liberales. La buena noticia es que muy por encima de la inopia demostrada por la fallida oposición se ha levantado la voz de María Corina Machado quien debido a su constante, firme y acertada posición frente al régimen y los desatinos de la oposición cómplice se ha convertido en el indiscutible referente que anhela la ciudadanía. María Corina se ha constituido en el hoy, aquí y ahora de la esperanza animando y concentrando la fuerza necesaria para vencer.
En orden a lo anterior y a pesar de la inopia de la oposición cómplice y cohabitadora con el régimen, resaltan las voces de quienes convocados por el mensaje de María Corina no se amilanan, renuncian ni claudican ante el régimen ni dicha pseudo oposición. Aquí hay una ciudadanía que no se ha rendido; de haberlo hecho ya el régimen hubiese triunfado, más no es así.
La gente que hoy se levanta funde sus raíces en el crisol del fuego de la libertad lanzando al lado oscuro de la historia a la fallida oposición inmersa en su inopia.
Asdrúbal Romero Silva
Abogado, Msc. en Ciencias Penales
Coordinador Estadal de Formación de Cuadros
@AsdrubalRomer16