Niegan vacunas a quien los sana y enjuician a quienes buscan mitigar la propagación del virus que les compite en devastación. Vulneran todo derecho y violan todo principio y tratado, dejando claro que son verdugos sin reparo.
No les interesa si tu camisa es azul, naranja, verde, o amarilla; solo ven la diana dibujada en tu pecho o en tu frente, según amanezca el día. Para ellos hay una sola verdad y es que somos el objetivo, pues no nos hemos sometido.
Lo que debe entender el mundo es que nuestra tragedia se exporta y la amenaza del régimen criminal se globaliza pagando en oro al portador, así que cuando decimos que urgen acciones no son palabras vacías.
Así lo evidencia el conflicto armado en Apure entre facciones de grupos guerrilleros y criminales de las FAN, que además usan de tapadera para ejecuciones extrajudiciales al tiempo que propician el éxodo de nuestros connacionales; tal como acostumbran a hacer en las zonas populares.
Las múltiples detenciones arbitrarias de activistas y periodistas, como la continua violación del derecho a la libertad de expresión de los venezolanos, son pruebas irrefutables de que la verdad no es ni será tolerada.
La tortura y el aislamiento reiterado de presos políticos, civiles y militares, la desaparición forzada y el sufrimiento constante al que se somete a los familiares, son demostraciones claras de que disfrutan hacer daño y no les importa si los reflectores les iluminan los rostros mientras lo hacen.
Se ha fallado, durante demasiado tiempo ya, en procurar la no repetición de crímenes de lesa humanidad. Hay víctimas, hay evidencias y hay culpables. En definitiva, #EsHoraDeActuar.