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En días pasados conversaba con mi hermana mayor, en vísperas de su inminente salida hacia el país donde nacieron sus hijos y en el que actualmente viven. Uno de sus hijos le decía “mamá ve haciendo la maleta porque en cualquier momento te llaman de la Embajada” y ella me cuenta y me dice esa frase, que se me quedó grabada y me movió a escribir estas líneas.

Ya son casi 6 millones de personas las que se han ido de Venezuela y cuando pensamos en todo lo que han dejado se le remueve a uno tanto. Dejar una vida, los de más edad, dejar algún amor de juventud, los más jóvenes, dejar lo que pudo ser, en fin, dejar atrás una vida en busca de nuevas oportunidades, experiencias y costumbres distintas a las que tenías. No es una decisión fácil. Algunos se fueron huyendo y sin tiempo de llevarse absolutamente nada. Otros tuvieron que decidir qué era lo más importante llevar, pues no es mucho lo que cabe en una maleta. Otros más afortunados pudieron llevarse mucho más, pero lo que si es cierto, es que el país no te lo puedes llevar. Que te irás y tendrás que dejar atrás familia, amigos, olores y sabores y muchos no podrán regresar.

Muchos venezolanos alrededor del mundo intentan recrear en la cocina, en la música, en sus obras los que son artistas, las cosas que nos hacen ser quienes somos como venezolanos, pero ¿a quién le cabe el cerro Ávila en la maleta? ¿A quién le caben tantas fotos, tantos detalles que son recuerdos, partes de una vida?

Este régimen criminal nos ha hecho tanto daño, tantas muertes que se pudieron evitar, tanta separación, tanto dolor, tantas familias separadas, es lo más duro de estos totalitarismos, la ruptura, la separación, la muerte.

Recuerdo que cuando escuchaba los casos de la gente que huía de Cuba, me parecía increíble, como la gente se lanzaba en balsas al mar, tantos murieron en el intento, otros tantos lograron llegar, pero dejando tanto atrás y hasta ahora, no han podido regresar. Lo mismo ocurre hoy en nuestro país, gente que huye como sea, en avión, carro, lancha y hasta caminando.

Por eso seguimos aquí, haciendo todo lo que como ciudadanos podemos hacer, haciendo el llamado a organizarnos, a conformar una fuerza ciudadana, que lleguemos a ser tantos que esa fuerza se vuelva indetenible, que cuando gritemos algo seamos tanto que nos escuchen en todo el mundo, porque el mundo tiene que escuchar, que queremos recuperar nuestro país, nuestra libertad, nuestra vida, porque ¿a quién le cabe la vida en una maleta?

@mceden

Coord. De Formación

Vente Distrito Capital