Secretario Político Estadal
Llegó un virus creado en China, que con el tiempo mutó «políticamente» como una variante brasileña. Muchos críticos y políticos hoy día aseguran que se ha convertido en un instrumento de control social, un arma muy efectiva para colocar en jaque a gobiernos eficientes de DERECHA.
Está de más decir que van por el presidente Bolsonaro en Brasil, harán todo lo necesario para arrebatarle el poder con el apoyo de los medios de comunicación apadrinados por la izquierda mundial.
Cuarentena para unos y vacunas para otros; obviamente el grupo de vacunados son la minoría, la misma que pretende controlar a la mayoría, privándonos de libertades para acostumbrarnos a un ritmo de vida esclavizante y sin prosperidad.
Vale la pena destacar que Sudamérica es uno de los continentes donde los políticos y gobernantes de turno, en su mayoría de izquierda, han sido vacunados con excesiva rapidez, dejando a un lado el deber de priorizar las vacunas al sector salud, siendo éstos el frente de contención contra el Covid-19; en su lugar, lo han situado peligrosamente en un proceso largo, tedioso, sin control y con los medios de comunicación influenciados desinformando. Si es parecido a nuestra realidad en Venezuela, es pura casualidad.
Cuarentena como supuesta contención al Virus Chino, y una vacuna que al ritmo que vamos nos llevará muchos años para que el último sudamericano y más aún, el último venezolano, sea vacunado. Mientras tanto, acá en Venezuela vemos cómo los que secuestran el poder realizan fiestas y hasta conciertos en Caracas, como hace poco más de un mes, sin contar las festividades de Carnaval en playas y las rumbas del “Coqui”.
Si los buenos (líderes de todo el mundo, Vaticano, Instituciones, ONG, ciudadanos y demás…) no ejercemos presión ante esta arremetida de la izquierda en el mundo, si no luchamos porque la vacuna sea aplicada de forma rápida y eficaz en todo el planeta, si permitimos que la izquierda ligada a hechos ilícitos y delitos de lesa humanidad a nivel global siga operando, entonces los malos tendrán el control por la fuerza y llevarán al planeta entero a la miseria, y los ciudadanos a esclavos. La izquierda odia las libertades individuales, odia la prosperidad, odia el bienestar de la humanidad.
Los buenos somos más ¡Debemos actuar!