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El 22 de marzo se conmemora el día internacional del agua, proclamada por la ONU en el año 1992, propicio para realizar campaña de concientización en el uso, mantenimiento y preservación del vital líquido; pero también para develar la situación que se presenta en cada país.

En la Resolución Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2010, quedó establecida “el agua potable y el saneamiento es un derecho esencial para el pleno disfrute de la vida y todos los derechos humanos”. Por lo que el acceso al agua potable es un derecho y un servicio que el Estado venezolano debe proporcionar, así se establece en el artículo 82 de la Constitución de la República de Venezuela (1999), al exponer que se debe proporcionar servicios públicos de calidad y sin discriminación.

No obstante, la situación que viven los falconianos por la falta o el poco suministro de agua es grave y afecta la salud, higiene, economía y calidad de vida de las familias. En el caso de parroquias como Jadacaquiva, Moruy y Buena Vista en el municipio Falcón, tienen más de 10 años sin acceso al agua potable por tuberías. Situación similar viven comunidades en el occidente del estado; en el caso de Carirubana y Los Taques pasan meses sin este servicio, al igual que en los municipios Colina y Zamora.

En los municipios de la Costa y en el caso de algunos municipios de la sierra falconiana, las personas cavan huecos en los patios de sus casas hasta de 10 metros para obtener un poco de agua, lo que equivale a 100 años de involución.

Ahora, con la situación de la pandemia por el Covid 19, que los ciudadanos requieren de este servicio para mantener los niveles de higiene requerido, se les dificulta la situación, por lo que recurren a usar el agua que generan los aires acondicionados, la que pueden recoger de las lluvias y, en algunos casos, la que pueden comprar a un costo de entre 7 dólares (mil litros) a 40 dólares (8000) mil litros de agua, lo que genera más gasto al núcleo familiar, cuando en Venezuela, el sueldo mínimo no alcanza para comprar ni siquiera un cartón de huevos.