Cara cortada es el apodo de quién asesinó a un indefenso venezolano en Perú. Oscar Enrique Narro Correa es el nombre real del homicida de Orlando Abreu, un honesto compatriota que era víctima de la extorsión sistemática de aquél. Mientras tanto, otro venezolano Oswaldo Girán, repartidor de una empresa, fue agredido a tiros en el desempeño de sus labores.
El mundo entero lo vio con sus propios ojos. Los videos se hicieron virales. Nadie ha inventado nada. Y nadie, en Venezuela, puede dormir tranquilo a la vez que nuestros hermanos sufren en tierras lejanas, las que pisamos en el siglo XIX, arriesgando nuestras vidas para llevar libertad. ¿Es fácil olvidar tamaño detalle histórico?
El pueblo peruano es víctima de Nicolás Maduro, el auténtico cara cortada, en un doble sentido. Porque su régimen criminal ha obligado a millones de venezolanos a salir de su país natal, por una parte. Y, por la otra, mientras que ese régimen esté de pie, irradiando el totalitarismo en el continente, tarde o temprano le dará alcance al propio Perú, y así, veremos a millones de peruanos salir de sus hogares.
Eso es el socialismo del siglo XXI, el que mata de hambre y de mengua todo lo que toca. ¿Perú está vacunado contra el socialismo? ¿Acaso, puede caer en la trampa cubana el pueblo peruano apuntando a los venezolanos, como si estuvieran libres de cualquier Covid Socialista?