(La Guaira. 01/03/2021) Hoy, cuando nuestra lucha libertaria pasa por un momento de reajustes, es más que necesario reafirmar que no tenemos otra opción que no sea luchar sin descanso, sin treguas, ni tampoco concesiones al régimen criminal.
Para poder avanzar también es necesario sincerar la lucha y ratificar una ruta donde su principal motor sea la ciudadanía organizada a través de un genuino liderazgo político y ciudadano, que no responda por un lado a intereses mezquinos y perversos de cúpulas políticas y, por el otro tampoco al chavismo aliado de Maduro que se infiltra en la oposición.
Cuando vemos que hay un país donde más del 90% de sus ciudadanos viven en pobreza, y más de 5 millones en el exilio, no hay que ser un erudito para entender que el régimen socialista y sus socios crimínales les interesa tenerlos sometidos a través del estómago y el bolsillo; pero fracasan porque los venezolanos están convencidos que el socialismo les ha vaciado la nevera, les ha vaciado el bolsillo y ha expulsado a sus hijos de sus casas.
Aquí todos estamos claros, este sistema devora todo lo que toca y muta de una manera más criminal ante las distintas circunstancias que se presentan, por eso jamás podremos caer en los chantajes de quienes pretenden cohabitar con un sistema que irónicamente se los quiere comer, curiosamente muchos de esos firmaron una carta adulando a Fidel Castro hace más de 3 décadas, esos mismos no quieren un verdadero cambio de modelo para Venezuela, tan solo quieren el mismo modelo con un poco de democracia, y afianzarse en sus convicciones rentistas y socialistas.
Por eso reafirmo que no hay normalización alguna posible, en este sistema mafioso no impera la lógica económica, impera es la dinámica criminal, no se confundan, las burbujas de Lecherías, La del este de Caracas, o la que construyen en Vargas, no es recuperación económica, es reajuste crimínales que necesitan vitrinas para que crear una falsa realidad de estabilización.
Por todo esto, quizás este 2021 sea el año del mayor reto para los venezolanos, porque la ciudadanía debe organizarse para que, junto a un renovado liderazgo político y nuestros genuinos aliados internacionales, podamos construir nuevamente una fuerza ciudadana, política, diplomática, e internacional que logre arrinconar al régimen criminal para así forzar su salida y abrazar libertad.
Juan Freites