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“La lucha es contra la pobreza”. Ese ha sido el eslogan de muchos dirigentes políticos populistas, aspirantes a algún cargo de elección popular, desde concejal, hasta presidente. Todos se abrogan la bandera de acabar con la pobreza, sin embargo, estoy seguro de que esa lucha ha sido en todo momento contra la pobreza existente sus bolsillos y no contra la que realmente afecta a los ciudadanos de la nación.

Venezuela es un país con un 96% de ciudadanos en situación de pobreza (ENCOVI 2020). Ciudadanos que día a día pierden su calidad de vida y que, para poder comer, trabajan en tres o cuatro empleos y así sobreviven en esta nación devastada por el socialismo.

Ciudadanos que sobreviven, que viven el día a día y que, por supuesto, esta situación económica no les permite poder crecer, soñar, desarrollarse y muchísimo menos encontrar la ansiada movilidad social.

La lucha real contra la pobreza está directamente relacionada con la autonomía, la emancipación y la independencia de cada ciudadano; que cada uno de los habitantes de nuestro país tenga la posibilidad de acceder, no sólo a la canasta básica, sino, a todos los servicios, tener calidad de vida y poder disfrutar su existencia sobre la tierra. De lo contrario, mientras se hable de depender de algún organismo del Estado, es solo un engaño y una falacia que solo fortalecerá el círculo vicioso de la miseria.

Hemos vivido mucho tiempo engañados por populistas, hemos sido timados y, mientras ellos se enriquecen a cuestas de las bondades del país, a los ciudadanos de nuestra nación nos toca salir caminando para huir de la miseria que ellos generaron.

Venezuela es una gran nación, llena de oportunidades, de crecimiento y desarrollo, pero ha sido siempre, a lo largo de la historia,  secuestrada por corruptos que nos llevaron a la desgracia que hoy vivimos en los hogares venezolanos.

La única opción que nos queda a los venezolanos es despertar, abrir los ojos y darnos cuenta que no solo nos robaron los recursos, también nos robaron el futuro y que nunca más debemos confiar en quien nos ofrezca las cosas gratis o sin esfuerzo, porque lo barato, siempre sale caro.

 

@Javier_Chirinos

Coord. Vente Distrito Capital