(San Diego. 18/02/2021) Se ha celebrado otro día del Amor y la Amistad en Venezuela, momento en el cual se acostumbraba a compartir con nuestros seres queridos, amistades y una que otra personita especial, fecha propia de la idiosincrasia venezolana.
Generalmente en los 14 de febrero no se escatimaba en gastos, pues en cuanto a demostrar amor se refiere, el venezolano siempre ha sido creativo y atento, pero desde hace un tiempo para acá, con la aguda crisis económica, política, y de seguridad que parece no mermar, esas amistades, familiares y amores se han visto rotos ya que las mesas están incompletas a causa de una diáspora que salió del país en búsqueda de un futuro mejor; y también por un 90% del país más preocupado de sobrevivir otro día que de celebrar el amor, la amistad y la vida.
Todo esto ocurre al mismo tiempo, que vemos a enchufados rojos, azules, verdes, amarillos, naranjas y blancos juntos y aparentemente revueltos haciendo fiestas en el Hotel Humboldt, alquilando casas y salones de fiestas en Los Roques y cometiendo toda clase de excesos que no somos capaces de imaginar; un contraste de situaciones muy fuertes, sacadas de un libro de ficción al que podemos llamar realidad.
Y es que, para nadie es un secreto los estrechos lazos afectivos que tienen altos directivos de la “Oposición” conformada por el G4 y el régimen narco-tiránico que tiene secuestrados los poderes en Venezuela.
Cada día para el venezolano de a píe parece volverse más vivida, nítida y palpable la frase “quiero salir del Chavismo, pero la “Oposición” (G4) no me deja”, pues en los momentos en que hemos estado cerca de lograr el cese de la usurpación, esta clase de “oposición” encuentra la manera de revertirlo; estamos en presencia de una clase política indolente, espuria y paupérrima.
El tema (negocio) del momento es el dinero de la República que está resguardado en un banco de Inglaterra, al cual por criterio del Poder Judicial de ese país no tienen acceso ni el chavismo, ni el G4.
Pero ¿Por qué no dejar ese dinero tranquilo, y esperamos que se resuelva la crisis política para recuperarlo? ¿Es difícil hacer esto? Aparentemente sí, pues nuestra “benevolente” oposición junto con el “benevolente” chavismo han decidido en nombre del pueblo venezolano abrir una nueva mesa de diálogo (raspar la olla) en la cual “comprarán vacunas con ese dinero”.
Es increíble, pero esta gente siempre encuentra una nueva forma de robarnos y eso tiene que parar.
Pablo Azuaje