(Caracas. 10/02/2021) «Ningún proyecto político tiene el derecho de usar la necesidad de la gente para justificar su cohabitación», aseguró este miércoles Dignora Hernández, líder y secretaria política nacional de Vente Venezuela, a propósito de lo que ella considero una tarea urgente: salir de dos pandemias, la socialista y la colaboracionista.
De acuerdo con la dirigente, actualmente están en marcha diversos proyectos políticos personales para la toma del poder que, ante su evidente rendición frente al régimen, justifican sus acciones usando la necesidad de la gente.
«Su interés es formar un cogobierno con aquellos que convirtieron a Venezuela en una tierra arrasada, para lo cual necesitan acordarse con ellos y prorrogarlos en el poder», sostuvo.
Hernández dijo que estos personeros, en su atrevimiento, han llegado a compartir la tesis del régimen que señala que las sanciones han afectado al pueblo venezolano y que es por ello que no han podido atender la emergencia humanitaria, sobre lo cual indicó: «Mienten y manipulan, pues las sanciones van directamente al corazón de las mafias; van precedidas de un arduo trabajo de investigación y cuentan con evaluación permanentemente, a fin de que no afecte en lo absoluto la atención del pueblo».
En este sentido, la también diputada de la Fracción 16 de Julio aseguró que estas sanciones nunca han afectado las operaciones que tengan relación con alimentos, insumos o medicinas, y agregó que quienes comparten esta tesis del régimen no son más que unos peligrosos repetidores de la matriz que la izquierda latinoamericana ha querido imponer. «Se prestan para su juego y hasta quieren jugarlo», sumó.
Además, recordó que la emergencia humanitaria se viene configurando desde hace mucho tiempo en Venezuela y por eso, a la fecha, es el país con la dinámica de empobrecimiento más rápida de América Latina, incluso comparada con África.
«Pretenden hacer pasar al tirano por benefactor y olvidan deliberadamente que la emergencia humanitaria es anterior a las sanciones, por eso hoy se dedican a pedir al mundo que perdone a su verdugo», señaló. Y les envió otro mensaje: «A ellos sólo puedo preguntarles de qué tamaño es su temor, de qué tamaño es su ambición o qué favor tan grande es el que los compromete a buscar mejores condiciones para el verdugo, que ahora quieren pagarlo consiguiendo mejoras y más tiempo para el régimen».