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Es mi derecho y deber ciudadano alzar mi voz por lo que vea mal en cualquier rango político en mi país, desde el día que ejerzo mi derecho al voto tengo por consecuencia también, derecho a criticar una mala gestión y presionar como ciudadana sin importar de que partido político sea. En Venezuela hoy vivimos en un Estado fallido dónde ya parece no haber artículo de la constitución que este sistema criminal no haya violado, un país donde los poderes públicos se encuentran secuestrados, dónde la educación, salud y todo el aparato productivo se encuentra destruido; un presidente usurpador fuera de todo orden acusado de crímenes de lesa humanidad, a quienes no les importa nada la vida de cada venezolano, es solo un juego de esclavos para ellos, la escasez es un sistema de manipulación igual que el hambre, arrasando la moral y las ilusiones de cada ciudadano, sembrando desesperanza, pero sobretodo, deseos de irse y abandonar el país en busca de una mejor vida, que al final es vacía, dejas tus raíces y tus ilusiones.

Por otro lado, constitucionalmente nos representa un grupo de opositores que descaradamente se han lucrado de la crisis del país, que no han cumplido con su deber de defender los derechos de los venezolanos a cabalidad, no es hacer lo mejor posible, deben hacer lo necesario para regresar el orden constitucional al país, actuar contundentemente contra quienes ostentan el poder armado, ese grupo que hoy está reconocido por más de 70 países y mantienen un juego de permanencia, cohabitación y negociaciones entre el régimen y oposición. No solo está mal llamada oposición ha decidido cohabitar, el régimen también lo ha decidido igual, al no actuar contra este grupo, mientras la ciudadanía sufre las tormentas causadas por la crisis económica, social y política. No podemos detener nuestras acciones pensando que van a tomar la decisión correcta algún día, no podemos sentarnos de brazos cruzados mientras tenemos a alguien que nos representa haciendo lo contrario de lo que los ciudadanos queremos y necesitamos, que es vivir en libertad y con ella, en paz, prosperidad, oportunidad y reencuentro. Más que esta terrible pandemia, los venezolanos sienten temor de morir lejos y sin un adiós de las familias. ¡Ya basta! No vamos a permitir que vendan nuestros sueños y anhelos de vivir y morir en Venezuela.

Es nuestro derecho y deber defender nuestro país, no es un tema de un solo líder, es un tema que nos compete a todos por igual, aún cuando la indiferencia se vea en los ojos de algunos eso no nos puede detener, porque hasta por quienes ignoran la realidad debemos luchar.

Nunca pienso en las consecuencias de fallar un gran tiro… cuando se piensa en las consecuencias se está pensando en un resultado negativo… si vamos a jugar, es pensando en ganar.