Consabido, la Fracción Parlamentaria 16 de Julio ha sido extremadamente celosa en relación a la suerte de los bienes y activos que se encuentran fuera de la República. E, incluso, salvó debidamente el voto en torno a una ley que no cumple con las exigencias necesarias para lograr el objetivo.
Se dirá que son demasiados los problemas para insistir en otro y otros, como si todos debieran esperar su turno para transitar “cómodamente”, primero, el del impacto de las elecciones estadounidenses y, luego, las pseudo-elecciones dizque parlamentarias del régimen venezolano y, así, sucesivamente. Precisamente, lo hemos mencionado antes, el régimen nos desea como una aldea monotemática con la agenda que obviamente le interese.
Lo ocurrido, por ejemplo, con el caso del oro londinense, conocida la decisión de un tribunal de alzada que ha negado su administración por la presidencia encargada, cuestiona la actuación de una representación diplomática estridente e ineficaz. Empero, lo más grave es que, muy rápido, pasamos la página y que sepamos, ni siquiera en el medio parlamentario hubo discusión alguna al respecto.
Pueden ser muy variados, graves y acuciantes los problemas confrontados, pero buena parte de ellos, inevitable, hay que abordarlos simultáneamente explicando la existencia y utilidad de una numerosa dirigencia capaz de entender, al menos, la importancia de una división del trabajo político. Por ello, los integrantes de la citada bancada legislativa, no descuidan el epicentro político, real, decisivo y dramático, ni sus otras manifestaciones, trátese de las universidades, la violencia escandalizadora en las áreas fronterizas, las injustificadas inundaciones por las lluvias, etc.
Entre tantos acontecimientos, solemos olvidar con facilidad el origen de nuestra persistencia y, al reordenar algunos archivos personales, otro ejemplo, encontramos que los parlamentarios de Vente Venezuela, desde el mismo enero de 2016, nos hicimos eco de una sobria propuesta de María Corina Machado en relación a los bienes y activos de la República que están fuera del país. De ahí, la autoridad moral al actualizar nuestra preocupación por las diligencias que se han hecho, lentas, torpes y, tememos, interesadas en la materia.
@LuisBarraganJ
