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El informe de la Misión Internacional de las Naciones Unidas (https://www.ohchr.org/Documents/HRBodies/HRCouncil/FFMV/A_HRC_45_CRP.11_SP.pdf), es un texto de obligada lectura. Con la certeza y sobriedad indispensables, versa sobre la dramática violación de los derechos humanos en Venezuela. Cuenta con una relación pormenorizada y fundamentada de la tragedia que vivimos, o – como dijo un poeta – de la tragedia que nos habita.

Fue un trabajo muy serio el realizado y, porque sigue agravándose la situación, no debemos pasarlo por alto. Ojalá que su difusión internacional convenza a los más ingenuos simpatizantes del régimen de otras latitudes, sobre todo por su rigor metodológico.  Así pasaba con Cuba en los años sesenta y sus simpatizantes creyendo en pajaritos preñados, hasta que sesenta y un años de comunismo sangriento, los convenció del inmenso error.

El informe en cuestión es apenas, la punta del iceberg. Bastará con chequear la situación, incluso de quienes no denuncian sus casos por miedo a las represalias. Hay vecinos que por una u otra razón, incluso por protestar en una remota aldea por la falta de gas doméstico, reciben el zarpazo de la dictadura socialista. El día que la superemos, una Comisión de la Verdad, con todas las garantías y requisitos que supone, revelará cuán lejos llegaron los sátrapas.

Además, imagino que los trabajos de campo, los focus-gruops y las encuestas realizadas por las empresas especializadas más serias, tienen un pulso exacto de la situación en buena parte del país. De un modo u otro, por más inocente que sea la pregunta, recibirán el testimonio del gigantesco trauma, de la inmensa indignación, rabia e impotencia del venezolano promedio. Sabrán de muchos casos que preventivamente engavetarán o, si el cliente es muy exigente y reservado, circularán en voz baja.

Esto es, la radiografía de la punta de un iceberg que  todos llevamos por dentro, pero que a la vez nos da fuerza y fortaleza espiritual para seguir adelante. Helada radiografía que no aplaca el hervor de nuestra disposición por derribar, superar y reemplazar a los socialistas en el poder.  Todo un oxímoron, por cierto.