El municipio José Laurencio Silva, ubicado en la costa oriental del estado Falcón, privilegiado por la naturaleza debido a su ubicación geográfica y sus bellezas naturales, el calor hospitalario de sus habitantes, su cultura y costumbres, con islotes o cayos; paraísos naturales aprovechados para vacacionar. Este municipio cuenta con el Parque Nacional Morrocoy como un área turística nacional e internacional en la zona costera, entrada al estado Falcón. Se inicia en esa población a partir de los años 80, y trajo consigo solicitudes ante el ayuntamiento municipal, de compra de terrenos y permisos para construir edificios y centros comerciales, por lo apetecible para el turismo en las épocas de temporada alta, lo que trajo consigo el nacimiento de galpones para Marinas privadas y el crecimiento incontrolado de edificaciones en el eje Tucacas – Boca de Aroa, por la franja costera, convirtiéndose en el eje de mayor crecimiento del país; no obstante, no se tomaron en cuenta los servicios públicos (agua, electricidad, aguas servidas), éstas últimas colapsaron porque no tenían red de cloacas, en esta zona utilizan pozos sépticos y esto está a escasos metros de la playa, produciendo contaminación.
Lo expuesto, trajo como consecuencia el relleno de espacios que ocasionó la desaparición de manglares en la zona y posteriormente la carretera Morón – Coro dejaba dividido, en un extremo lujosos edificios y en el otro extremo, un cinturón de pobreza de las barriadas ya existentes en la zona. Se esperaba que el crecimiento beneficiara a los poblados de las parroquias Tucacas, Boca de Aroa y Chichiriviche (Municipio Monseñor Iturriza), con fuentes de trabajo (casinos, cocina y hotelería); no obstante, no existía en la zona el recurso humano capacitado y fue contratado fuera del estado, el ciudadano de Tucacas no obtuvo beneficio como se esperaba; los manglares que adornaban en una época los laterales de la vía Morón – Coro, desde curva del Tuque hasta sector Las Delicias, han ido despareciendo, son destruidos para dar paso a complejos habitacionales privados de dos plantas, acabando con el ecosistema en la zona.
El municipio Silva y su gente, no se ha beneficiado de los ingresos que generan sus bellezas naturales, por cuanto hasta la recaudación por concepto de turismo que genera Imparques, se administra desde Barquisimeto. Ya son pocos los propietarios de lanchas que hacen traslado de turistas a los diferentes Cayos que quedan en la zona, la mayoría de ellos, se han ido del país por la situación económica y la paralización del turismo. Esta situación es grave, ahora como si no tuvieran dificultades aparece un derrame de petróleo que arrasó con parte del ecosistema y aún sigue haciendo daño al ambiente, aunado a ello, el crecimiento en infraestructura habitacional para el turismo no son más que elefantes blancos que con el correr del tiempo su vida útil ira en decadencia sin beneficiar a los habitantes de esta población costera.
Es de señalar que el anuncio reciente del régimen de abrir acceso de turistas al Parque Nacional Morrocoy, es propicio para que los habitantes de este municipio busquen mecanismos que le permitan preservar sus espacios naturales; que se beneficien mediante la generación de empleo y no tener que emigrar a otros estados a buscar trabajos; que desarrollen medianas y pequeñas empresas o emprendimientos que generen el cambio necesario en estas parroquias, porque son los ciudadanos los llamados a dirigir los destinos de la tierra que los vio nacer, hacer valer sus derechos a la propiedad, a la libertad y de respeto al ambiente para el disfrute junto a sus descendientes, que será el mejor legado dejando asegurado su futuro. De todos y cada uno depende el futuro de nuestro monumento natural que es #Morrocoy.
Julio Romero
Coord. De Formación de Cuadro estadal
@JulioRRomeroA