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Si bien uno de los conceptos de libertad nos dice que se trata de «un valor fundamental del ser humano, que nos permite ejercer nuestros derechos ciudadanos», no todos tenemos claro cómo se aplica este a nuestra vida cotidiana, ni cómo hacerlo valer realmente.

Principalmente debemos entender que desde tiempos remotos está presente el fundamento de la libertad como un valor humano. Desde las sagradas escrituras, donde se define como «libre albedrío», hasta nuestros días en cada texto constitucional del planeta, está inscrito en nuestras vidas, pero no es propiamente asumido.

¿Por qué sucede esto?

Esto se debe a que nuestras mentes son constantemente bombardeadas por diferentes líneas de pensamiento y doctrinas que nos indican desde la percepción de sus autores «lo que es» la libertad, «cómo» aplica a nuestras vidas y como luchar por ella o defenderla.

Desde mi perspectiva la libertad nace en el individuo, en sus competencias, distinciones y habilidades, en su observación de si mismo y de su entorno, así como en su proyección hacia lo que desde su coherencia considera que debe hacer para avanzar en su vida, en sus proyectos, con su familia y el impacto que esto genera a su entorno.

De ahí la idea liberal de empoderar principalmente al individuo, pues es allí donde realmente se construye la libertad, desde cada persona, impactando en su entorno a otros con acciones coherentes que trabajadas en conjunto, llevan al empoderamiento de su localidad, región y país, haciendo realmente libres y autónomos a quienes la aplican.

Es tan importante entender la libertad desde nuestro «Ser y Hacer», que seguro estoy de que si la aplicamos de esta manera en cada sector de nuestras ciudades, no habrá forma alguna de regresar a una catástrofe como la que actualmente vivimos en nuestro país, producto precisamente del bloqueo total de la libertad desde cualquier concepto que hasta ahora la defina.

Es hora de comenzar a observarnos desde afuera, mirar nuestro potencial a nivel personal, sectorial, local, regional y nacional. Así, pronto estaremos resurgiendo como el ave fénix desde la libertad individual proyectada en las masas y convirtiendo a Venezuela en una «Tierra de Gracia» para nuestros hijos y también para nosotros.

Ahora te pregunto:
¿Eres tú un libertario?

 

Jhoan Rossell
Coordinador de Vente Venezuela en el municipio Escuque