Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

Nuestra nación atraviesa una de las crisis humanitarias más complejas de la historia reciente del mundo, una situación inédita que ha dejado boquiabiertos a los expertos más avezados en los campos de la sociología, la economía y la política.

El sistema educativo venezolano no ha escapado a esta grave crisis, ha retrocedido a la época de la guerra federal. En estas líneas paso a describir lo más sencillo y concreto posible, la problemática actual en este año de pandemia:

Aspectos laborales.

El último contrato colectivo firmado por los sindicatos y el ministerio de educación, el cual no cubría las reivindicaciones salariales de los docentes, fue abolido en el año 2018 (casi recién firmado), debido a la desastrosa reconversión monetaria de ese año. Entonces, los educadores quedaron en la tabla salarial establecida por la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre); con la hiperinflación galopante los sueldos se han convertido en una burla para los educadores del país, ganando entre 3 y 5 dólares mensuales. Aunado a esto, los docentes no cuentan con atención de hospitalización, cirugía y maternidad como en otrora. Es decir, el maestro se encuentra en cuanto a beneficios y salario a la deriva totalmente.

Infraestructura de los planteles.

En su mayoría las escuelas no reciben ningún tipo de mantenimiento y han sido dejadas en manos del hampa que las han desvalijado progresivamente ante la mirada indolente del régimen. En el Zulia, las escuelas tienen años sin cableado eléctrico, sin agua potable y sin ningún tipo de recursos tecnológicos para su funcionamiento.

Para los docentes es una tortura impartir clases en salones sin iluminación, ni ventilación, sin agua y sin salas sanitarias apropiadas.

Educación en cuarentena social

El año escolar 2019-2020 concluyó a distancia como consecuencia del covid-19 que sorprendió al país y confinó a las familias en sus casas. Los maestros como pudieron y con sus propios recursos, lograron terminar el año escolar. A su vez, el régimen estableció el programa “cada familia una escuela” transmitiendo un contenido totalmente desfasado de la realidad del país, por los canales de tv que controlan. La ausencia de conexión a internet, la falta de equipos móviles y la imposibilidad de adquirirlos, aunado además a los constantes apagones regionales y nacionales, hacen que la educación “a distancia” sea una utopía en Venezuela.

¿Qué necesitamos?

Todos los países desarrollados han invertido un gran porcentaje de su presupuesto en la educación de sus niños y jóvenes, es por eso que han transformado sus naciones en potencias, aun sin recursos naturales como es el caso patente de Japón. En Venezuela, urge salir de estos criminales; es necesario que se genere el cese de la usurpación, para instaurar un nuevo gobierno de recuperación nacional que entienda el poder transformador de la educación, para que de esta manera, exista un cambio de políticas educativas y una gran inversión en el sistema educativo.