Cada día que pasa se reafirma que Venezuela es un Estado fallido y que la lucha interna que han dado los ciudadanos ha sido severa y firme, pero no es menos cierto que el papel institucional es prácticamente inexistente, ya que el Estado de Derecho y la aplicación de la justicia son factores ilusorios. El régimen ha socavado a todo nivel los poderes y sus organismos; el poder está secuestrado a través de la violencia y crimen organizado. Las mafias son las que dominan el territorio y tienen a los individuos sometidos a sus designios, de rodillas, adormitados, dependientes y resignados a una situación de miseria, desgaste, desánimo y de lucha pérdida.
Es el escenario perfecto de avance y perpetuación para ellos; y es que mientras menos personas decentes, con talante, con fuerza y preparación se encuentren en su territorio y no le incomoden, mejor. Para ellos es una victoria tener presos y perseguidos políticos, personas huyendo de su país (diáspora), los que mueren de hambre o de hampa común, los que se suicidan o mueren en un hospital… todo esto es ganancia para ellos, perverso y cruel, pero real.
A veces nos preguntamos, pero ¿qué más podemos exigir? ¿Qué pasos hay que dar? ¿Existe alguna ruta que realmente nos haga salir de este entramado cruel y malévolo? Esto es una lucha entre el bien y el mal, una lucha entre la verdad y la falsedad, una lucha de ética y valores frente al resentimiento y el odio. Nos estamos jugando no solo el rescate de Venezuela, es la estabilidad de la región latinoamericana, la sostenibilidad de Hispanoamérica y el rescate de Occidente.
Errores se han cometido y múltiples, no ha habido tácticas de confianza y mucho menos una estrategia fuerte de unidad, cuanto nos ha costado. Y es que no podemos dejar todo en manos de una sola persona o transferir directamente la responsabilidad a una sola nación; es por ello que aplaudimos y vemos con buenos ojos los actuales respaldos de importantes y respetados aliados en el Parlamento Español quienes elevan a través de una Proposición No de Ley (PNL) la discusión sobre una estrategia clara de colaboración con EEUU para la captura definitiva de Nicolás Maduro Moros y demás miembros imputados por delitos de lesa humanidad, además de instar a este Gobierno que liderice en la Unión Europea la conformación de una coalición internacional que permita la puesta en marcha de la Operación de Paz y Estabilización (OPE) dispuesta a atender temas como la asistencia humanitaria a toda la población, ayudar a la reconstrucción de las infraestructuras de emergencia, promover el Estado de derecho y restaurar la democracia mediante elecciones presidenciales democráticas, libres y transparentes en Venezuela cuando se den las circunstancias y condiciones para hacerlo.
En tal sentido, es una línea que favorece nuestra narrativa y nuestra ruta, que hay que dejar claro que no es nueva, es la que hemos sostenido durante muchísimo tiempo como organización, pero que ahora cobra auge. Tal parece que estamos despertando del letargo.
España y Venezuela guardan estrechos lazos históricos y de hermandad, idiosincrasia y cultura. No es casualidad que hasta compartimos la misma lengua. España debe ser el canal principal hacia Europa de elevar el caso de Venezuela como punto de honor y sostenido para la pronta liberación como nación.
La diáspora ha tenido un sentimiento de sobrevivencia y tener que buscarse la vida como se pueda para estar relativamente estables y poder ayudar a nuestros prójimos en aquel secuestro. Pero esto no puede ser sostenible, esto tiene que terminar y acaba cuando todos estemos pujando y remando hacia la misma dirección. Sin duda, hoy los partidos VOX y el Partido Popular con estos apoyos en la Comisión de Exteriores del Congreso dan un paso adelante y eso lo reconocemos, aplaudimos y acompañamos profundamente.
Aquí nos tienen, para contar la verdad, para dar fiel testimonio, para pujar en consecución de toda la presión necesaria para que las sanciones sigan adelante, para que los casos de delitos e investigación sigan su debido proceso, para canalizar la intervención extranjera que exigimos los ciudadanos para el rescate de la democracia y la libertad. Solos no podemos. Contamos con ustedes, la Unión Europea también debería actuar en consecuencia.
El tiempo de la diplomacia y los canales regulares no lo entiende una población urgida y necesitada, nosotros debemos ser diligentes y consecuentes; es una exigencia interna y una demanda de responsabilidad para nuestros conciudadanos.
Quebrar todo un sistema con vinculaciones de narcotráfico, narcoterrorismo, corrupción y blanqueo de capitales, no es asunto sencillo ni de días. Acabar con las mafias tampoco. Destapar todas las fuentes de financiamiento y vínculos entre personajes que operan desde diversos países e incluso desde España, es una tarea dura de desvelar; pero tenemos una oportunidad de oro y los canales, no la desperdiciemos, no la dejemos pasar.
A los que buscan impulsar agendas de desvío de acción, de desestabilización y odio entre los mismos ciudadanos; no podemos permitirlo, recordemos es el escenario perfecto para el comunismo avanzar y no dejar nadie a su paso.
Sin desmayar ni desvanecer, las fuerzas debemos buscarlas siempre, quebrados nos podremos sentir en momentos, pero es el momento de mantenerse con gallardía y actitud de hierro. Siempre he dicho que mientras viva haré todo lo que sea para denunciar la opresión y luchar por la libertad en cualquier acera o frontera que me encuentre. ¿Callarme, rendirme? Nunca será una opción.
Hermanos liberales y demócratas del mundo, no se trata de una lucha por un país, es la lucha por el restablecimiento democrático, de la ética y la dignidad, es el rescate de la libertad en el mundo entero, no nos la podemos dejar arrebatar, no otra vez.