Las emociones públicas generadas por la política en Venezuela se parecen mucho a una montaña rusa, donde unas veces estás arriba y otras caes violentamente, para en medio de curvas y sacudidas volver a subir. Lo cierto del caso es que las aspiraciones libertarias de los venezolanos parecen estar en alza, esperemos esto se mantenga hasta lograr resultado añorado y derrotar al mal, encabezado por Maduro y sus socios.
El informe presentado por la Misión de Determinación de Hechos del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas provocó el repudio generalizado contra el régimen por evidenciar el peligro que reviste para los venezolanos y la amenaza para las democracias del hemisferio. Es la primera vez que a un mandatario en funciones se le reconoce el carácter de violador sistemático de los derechos humanos y responsable de cometer crímenes contra la humanidad.
El comunicado de la OEA que respalda los señalamientos y concluye: «Este informe [ONU-DDHH] debe llevar a la comunidad internacional a actuar de manera mancomunada y coordinada para ejercer la presión correspondiente, llevar a los criminales ante la justicia y liberar al pueblo venezolano de tanta opresión» …//… «No es tiempo de ambigüedad, es tiempo de justicia; no es tiempo de encontrar términos de convivencia con la dictadura venezolana, es tiempo de restablecer la democracia en el país». Consideraciones que coinciden y se alinean perfectamente con la propuesta presentada por la líder María Corina Machado desde el pasado mes de junio, con el título «Venezuela: el desafío ineludible para Occidente», donde plantea la necesidad de desplegar una Operación de Paz y Estabilidad para liberar a Venezuela, como único camino para lograr recuperar la democracia y derrotar al conglomerado criminal que oprime a los venezolanos.
La recién culminada gira del Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, por varios países de Latinoamérica, tales como Guyana, Brasil y Colombia, dejó a su paso importantes acuerdos como el patrullaje militar conjunto de las fronteras y zona económica exclusiva de Guyana. Y las contundentes declaraciones del Gobierno de Jair Bolsonaro quien expresó su confianza, en que este informe logre movilizar a toda la comunidad internacional para trabajar por la «extinción» del régimen de Maduro para lograr la liberación de Venezuela.; y finalmente las del presidente Ivan Duque quien puso el corolario al expresar: «La comunidad internacional tiene que actuar para poner fin a esta situación”.
No había terminado de llegar a Washington el Secretario Pompeo cuando anunció nuevas sanciones contra Irán y Venezuela, por violar el bloqueo de armas impuesto sobre Irán. Hoy podemos valorar mejor el valor que en su momento destacó la afirmación expresada por María Corina Machado en su propuesta: “La bandera iraní ya ondea en el centro de Caracas. El liderazgo democrático del hemisferio no puede ignorarlo. Es una provocación que nos obliga a actuar.”
Bueno, las piezas se están moviendo y nuestros aliados internacionales en el hemisferio están empezando a actuar. Sus efectos empiezan a hacer eco en el viejo continente donde el Partido Popular y VOX, proponen ante la Comisión de Exteriores del Congreso la “conformación de una coalición internacional que despliegue una Operación de Paz y Estabilización”, tal como lo propuso María Corina Machado. Todo este conjunto de acciones multinacionales se alinean perfectamente con una compleja dinámica multidimensional constituyen el escalamiento de la presión y configuración de una amenaza real, inminente contra el régimen criminal que ocupa el territorio venezolano y usurpa el poder.
Aquí cabe perfectamente el argumento usado por el Primer Ministro Chino Deng Xiaoping, cuando decidió abrirse al libre mercado: “no importa si el gato es blanco o negro, con tal de que atrape a los ratones”. En nuestro caso, poco importa el nombre con el cual se ejecuten las acciones multinacionales y multidimensionales desplegadas por el caribe y por nuestros vecinos fronterizos, y los aliados internacionales. Lo relevante en todo caso es, que la Operación de Paz y estabilización está en marcha.
No sabemos cuánto tiempo falta para que se dé un ultimátum, o se produzca el quiebre definitivo para derrotar a los criminales entronizados en Venezuela, pero de lo que si estamos convencidos es que los venezolanos debemos ver todo esto con optimismo y buenos ojos porque la OPE es libertad para Venezuela.