Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

Cuando nuestra capacidad de asombro ya no nos sorprendía luego de los pseudo diálogos de Oslo, Barbados y Santo Domingo, aparece de forma descarada ante la luz pública que elementos como Henrique Capriles Radonski y Stalin González sostenían, de forma clandestina y de espaldas a la ciudadanía, sendas reuniones y conversaciones con el régimen chavista de Maduro y el régimen tiránico pro terrorista e islamista turco del déspota de Tayyip Erdogan.

Cabe recordar que este elemento es aliado de Maduro y uno de sus principales financistas, señalado por la oposición turca y los países de la comunidad internacional decente por haber cometido fraude en las últimas elecciones presidenciales en Turquía y que además lleva 16 años en el poder, un cruel sujeto que usa las fuerzas del orden público para tomar medidas en estos tiempos de pandemia para amedrentar, intimidar y reprimir a la oposición de ese país.

Además es un hecho público, notorio y comunicacional que tiene lazos estrechos con la izquierda globalista mundial como con regímenes de China, Rusia e iraní, el régimen del último dictador de Europa Alexdándr Lukashenko de Bielorrusia y el régimen castro-cubano. Este sujeto y compañía está incluso inhabilitado moralmente para pretender mediar en un supuesto diálogo, que no es más que un monólogo conveniente del régimen, una bombona de oxígeno en favor del régimen chavista para ganar tiempo y atornillarse más en el poder, impulsando con él un falso cariz de verdadera política del cual saldrían mejores condiciones de cara a la farsa electoral del 6 de diciembre.

Un verdadero diálogo fruto del impulso de un mediador: este debe ser un tercero de buena fe, es decir, que no tenga intereses producto de una amistad o enemistad manifiesta con ambas o alguna de las partes y las pretendidas partes de actuar en tal carácter debido a la cualidad que les daría su legitimidad de origen.

Pero en esta oportunidad ninguno de los sujetos antes mencionados, hasta el que pretenden fungir como mediador tiene legitimidad, carece de cualidad, ninguno de ellos representa el sentir de sus naciones ni tienen facultad, poder y autorización para actuar como tales; usurpan dicha condición y por lo tanto todo acto que salga de la misma es nulo de nulidad absoluta y no tienen ningún tipo de validez ni jurídica ni política. 

 

Abg Adrián Alfonso Jaimes
@jaimesabg
Miembro del equipo jurídico y político de Vente Venezuela/Táchira