Quizás exista la ligera posibilidad que las palabras con las que doy inicio a estos párrafos parezcan duras, pero aunque sea doloroso reconocer, forman parte de la conceptualización hacía una muy amarga realidad. La muerte es una experiencia que para bien o para mal forma parte de nuestros días, a lo largo de nuestras vidas, todos, sin excepción alguna seremos testigos de la sentida perdida de un familiar, de un amigo e incluso de personas quienes se cruzaron con nosotros en alguna parte de nuestros caminos de forma efímera.
Pero independientemente del lugar que sea, dónde la muerte se presente, la confusión y el desánimo están allí, acompañándola, pero lamentablemente en nuestra Venezuela y bajo el contexto que nos rodea, perder a alguien va más allá de los sentimientos antes descritos, sin dudas lo que a diario vemos fácilmente sobrepasa lo cruel y lo bizarro.
Los homicidios perpetrados a rienda suelta por las bandas criminales, quienes gozan del resguardo de un Estado mafioso que solo ha demostrado ser eficiente en proteger criminales, por lo tanto pareciera que nuestro país viviera una especie de espiral macabra, sacada de las peores historias de terror escritas por Stephen King, pero en cambio en nuestra agobiante realidad, es el socialismo quien tiene el entero control de la sinopsis de nuestra cotidianidad y evidentemente decide quienes podemos sobrevivir semana tras semana.
Debo puntualizar, la manera como muchos ciudadanos pierden la vida en nuestro país, no es nada normal, incluso se puede considerar atemorizante, que una persona pierda la vida en manos de sus conocidos por unos cuantos dólares es terrible, como impotente también el hecho que a un ciudadano le arrebaten su último aliento por un simple cilindro de gas, pero este y otros actos son el reflejo de la descomposición y la perdida de valores premeditada en nuestra sociedad.
Pero mis palabras van mucho más allá de lo sangriento y lo violento, aunque muchos lo saben pocos lo analizan con el debido detenimiento, las condiciones adversas en las que se encuentra Venezuela profundizan aún más el agobio y el dolor que van de la mano con la muerte, condiciones las cuales representan el escenario perfecto para llevar a cabo el más cruel genocidio, una especie de Auschwitz se patentiza en Venezuela: ciudadanos sin medicinas, sin insumos, sin una calidad de vida aceptable, son las víctimas que a diario lamentan y a las que hoy son motivos para haber redactado estas palabras.
El reino de la desdicha desenfrenada debe finalizar, sin necesidad de metáforas banales y llenas de demagogia, si no con acción, con decisiones determinadas a brindarle estabilidad a todos los venezolanos, son más que necesarias políticas fuertes, que hagan cicatrizar las heridas de días pasados, en la Venezuela «Tierra de Gracia» un precedente positivo se debe dejar, y esa sin dudas es lograr la tranquilidad de todos los ciudadanos, fundamentada en la recuperación de los valores éticos de nuestra sociedad.
Renzo José Meza
Licenciado en Contaduría Pública
Secretario político estadal de Vente Barinas
@RenzoJMeza