En el Municipio sureño, es más el temor de no encontrar como alimentar a las familias que al mismo covid19. A quienes están el día a día en las calles, solo se les escucha decir que “hasta cuándo esta situación”, pocos ya creen en el virus porque las necesidades básicas no son cubiertas.
Una cuarentena radical sumado al tema eléctrico, servicio de agua deficiente y altos costos de la vida son inalcanzables. Los ciudadanos del municipio San Francisco, consideran un reto sobrevivir, no tienen aspiraciones ni metas para este año y ven como un logro llegar vivos a fin de año.
Cada día los container de basura parecen una alternativa para alimentar a una gran cantidad de ciudadanos de más bajos recursos. Vemos con preocupación las afecciones causadas por esos desechos que consumen, lo cual será peor que la pandemia ante la falta de medicamentos y asistencia medica.
Ante esta crisis económica, los sureños piensan que cada día empeora la situación y el tema del gas en las zonas como Los Cortijos. Parte de El Bajo y otros sectores tienen tiempo cocinando con leña, lo que les ha causado diferentes afecciones respiratorias que tienden a confundir con el mencionado virus, no hay como salir ante una emergencia porque no hay transporte público, quien tiene vehículo está sin combustible, sencillamente piensan que la muerte los puede sorprender en sus hogares.
Los horarios irregulares de los cortes eléctricos ya se exceden de las 8 horas, las fluctuaciones eléctricas les han dañado sus artefactos eléctricos agravando su día a día.
Una alternativa para el estudio de los niños se limita a lo poco o básico que sepan sus padres y le puedan dedicar, no cuentan con equipos en su mayoría para clases virtuales, la señal de igual manera es deficiente y cortes de electricidad hacen que estudios virtuales sean imposibles. Ya los niños de edad escolar deberían asistir a una especie de reciclaje para refrescar lo aprendido en años anteriores sin lograr promover.
Todas estas realidades, forman parte de lo que es sobrevivir en el estado Zulia. No se trata solo de la pandemia, sino de lo que el socialismo ha causado a los zulianos y al resto del país.