La experiencia nos dice que, para el común de las personas, palabras como: Justicia, equidad, el bien y libertad, entre muchas, obedecen a idealismos explicados con cierto tipo de retórica que al fin y al cabo no tienen utilidad alguna, por no ser posibles, mucho menos realizables. Este tipo de apreciación consigue su asidero cuando en un determinado conglomerado social surgen individuos, quienes haciéndose de algún liderazgo, de manera vil y miserable desarrollan conductas con las cuales los conceptos en referencia son opacados y tal como se dice en la actualidad: invisibilizados.
Ahora bien, asumiendo lo antes dicho como una realidad inocultable, es de considerar que el concepto LIBERTAD pertenece a uno de los más importantes valores humanos, que después de la vida opera como consecuencia en el desarrollo humano y el progreso individual y grupal en el todo social, de donde se tiene que debido a su naturaleza y por tanto, su razón de ser, se impone la necesidad en cuanto a que todo ser humano debe saber y experimentar de su contenido y alcance en tanto que un derecho fundamental inherente a la VIDA. De tal modo, y como bien se concibe: NO HAY VIDA A PLENITUD SIN EJERCICIO DE LIBERTAD.
Si bien tenemos que recurrir a exposiciones retóricas para explicar aspectos como el aquí comentado en referencia a la LIBERTAD, esto no significa que se trate de palabras sin sentido, de hecho, solo como un tema académico dentro del campo de los valores. De ninguna manera. La LIBERTAD, en cuanto a su contenido y alcance se corresponde con aquella expresión acuñada por el gran maestro Luis Recasens Siches a decir que el derecho es VIDA HUMANA OBJETIVADA, aquí perfectamente aplicable al considerar que la LIBERTAD es un derecho que emana directamente de la vida.
Es en ese sentido que, la LIBERTAD pertenece a los aspectos posibles y reales propios de la naturaleza humana. De modo que, no es posible la vida sin la libertad de manera que esto debe pertenecer al conocimiento y desempeño de todo ser humano y como tal, tener la convicción que, así como se aprende un determinado oficio que nos permite capacitarnos para trabajar y obtener los bienes de nuestro sustento, es necesario esforzarse para tener convicción de LIBERTAD sin la cual no hay VIDA Plena.
Lo aquí apuntado, me viene a propósito de observar el carácter que de alguna manera es expresado por muchos quienes esperan pasivamente que otros operen en su libertad sin detenerse a examinar que la LIBERTAD al ser necesaria como el alimento debe ser trabajada con esfuerzo, y en ese orden, saber que la suma de dichos esfuerzos destruyen cadenas.
Asdrubal Romero Silva
Abogado
Secretario político municipal – DEM Barinas