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Si nos remontamos a nuestra historia, en el mundo existieron políticos que se consideraban «Dioses, que sus naciones les debían obediencia por ser gobernantes, sus discursos eran largos, porque se creían únicos e importantes, tenían que rendirles honores por el hecho que eran sabios e inteligentes, los ciudadanos los aplaudían se sentían grandes y héroes, eran demasiados narcisistas.

Mussolini se consideraba todopoderoso, lo arrastraron por toda Roma. Nerón se creía dueño de Italia, quemó a Roma. Hitler se apoderó de Alemania, y no se conformó con sólo ese país, sino todas las naciones del mundo, por eso causó la segunda guerra mundial, donde murieron cincuenta millones de personas, y siete millones de Judíos, donde sentía un odio extremo por esta población.

A Fidel Castro el pueblo cubano lo elogió, convirtió una Isla, que era próspera, en una nación pobre, bloqueada por Estados Unidos, gobernó hasta anciano. Según él, Cuba había cambiado… sí la llevó a la pobreza, miseria y vivir de dádivas de Rusia y Venezuela.

Hugo Chávez, en Venezuela, duraba horas hablando de su vida, se sentía sabio e inteligente; decía que vino a salvarla y liberarla por segunda vez. Una nación admirada por otros países, en vía de desarrollo, la convirtió en pobre y subdesarrollada; los jóvenes emigraron a otros pueblos, buscando mejores condiciones de vida y para sus familiares, ya que nuestro país no era como antes y no había porvenir para nadie.

Todos estos políticos son el fracaso, miseria, pobreza y subdesarrollo, para cualquier población, sus economías se empobrecen, sus gobernantes se acostumbran a mandar y los pueblos a obedecer, lo diría nuestro Libertador, Simón Bolivar, por el sólo hecho que les importa, es su porvenir particular y de sus familiares y no de sus poblaciones.

Hay que elegir gobernantes auténticos y liberales, y no políticos narcisistas y egocéntricos; que deseen la libertad, la mejor política, la rectitud, la humildad, el amor hacia los otros, la solidaridad y el bienestar para todos los ciudadanos de un país, es por eso que hubo hombres como: Jesús el Cristo, Ghandi, Sócrates, Juana de Arco, Platón, Madre Teresa de Calcuta y el Libertador Simón Bolivar, eran liberales, les gustaba la libertad, en uno de sus pensamientos, lo proclama: «viviré libre y moriré ciudadano», así fue, héroe, que liberó seis naciones y terminó con el poderío español.

Sandra Dugarte
Polítologo
Coordinadora municipal de formación de cuadros – DEM Barinas
@sanyadu