A propósito del titulo del presente escrito, seguidamente me propongo de manera muy elemental, y por razones de espacio, darle un vistazo a esto que desde nuestros primeros años de vida empezamos a denotar como «ORDEN», aspecto que, si bien desde un principio, es inducido desde nuestro primer entorno como la familia, y en continuación, desde los ambientes sociales donde nos desenvolvemos, los expertos que estudian estas áreas han evidenciado que cada ser humano tiene la capacidad de intuir lo que le conviene y lo que no; de tal modo que, una importante parte de nuestra existencia se desempeña en este campo, configurando así, un marcador determinante de nuestra existencia. Un hecho evidente lo constituye eso que coloquialmente se menciona como «instinto de conservación», indicándonos aún desde la naturaleza el «modo de actuar».
Esto, que denotamos como modo de actuar, corresponde a la dinámica pensamiento-acción en la mecánica que nuestra mente y nuestro cuerpo tiene de expresarse en función de otro concepto denominando «conducta», siendo aquí donde los seres humanos nos damos a conocer, al decir que son nuestras obras las que hablan por nosotros en función de aquello prestablecido como ORDEN, diciendo de cada quien lo que verdaderamente es, más allá de lo que expresen sus palabras.
En relación a lo apuntado, el ORDEN obedece a una serie de factores que de manera constante se fueron desarrollando en las realizaciones surgidas en nuestras civilizaciones, teniendo en ello la evidencia histórica del aporte de las glorias de GRECIA en descubrimiento y establecimiento del SER y la proyección de lo ÉTICO, en tanto que buen sentido del desempeño del SER, mientras que por su parte, ROMA aportó la «INVETERATA CONSUETUDO DE LA MORES MAIORUM», entendido esto como la manera consuetudinaria de vivir conforme a la moral dictada por los mayores antepasados, donde el ORDEN aceptado quedaba reducido bajo la formula: DAR A CADA QUIEN LO QUE LE CORRESONDE, VIVIR HONRADAMENTE y NO HACER DAÑO A NADIE.
De ese modo, en el curso de los siglos, la conjugación de la ÉTICA y la INVETERADA MORAL le dio forma a la LEY creada en el marco de PRINCIPIOS NORMATIVOS confeccionando los fundamentos de nuestro DERECHO, estableciendo así, los bienes de garantías de tutela de la ciudadanía en lo individual como en lo grupal, así como, en el establecimiento de los Estados en tanto que naciones cuyo propósito es proteger a los ciudadanos.
De modo que, es necesario que esto se sepa y se divulgue con el fin que las generaciones a quienes les corresponde tomar el testigo en la carrera de esta historia que se hace y se escribe cada día, tengan la plena convicción de lo que esto trata y así, no permitir que cualquiera o grupos de «cualesquiera», pretendan llevarse por delante siglos de aprendizaje y de realizaciones plausibles con sus logros, imponiendo idealismos y el terror, ajenos al desempeño de nuestra civilización en el hemisferio occidental.
Asdrubal Romero Silva
Abogado
Secretario político municipal – DEM Barinas