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Ya hemos establecido en artículos anteriores que el alcalde es la primera autoridad civil y política en el municipio, y que la Ley Orgánica del Poder Público Municipal le otorga competencias para la prestación de los servicios públicos dentro del territorio del municipio. Sin embargo, en los últimos años hemos visto que quienes desde la municipalidad tienen ese deber, no lo ejercen, bien sea por omisión, incompetencia, corrupción o por que se les han limitado sus competencias.

Entre unas de esas funciones, esta el tratamiento de los desechos sólidos, tema que incluye la recolección, transporte y disposición final de desechos domiciliarios, comerciales e industriales, hecho que en cualquiera de los municipios del país representa un verdadero caos, ante la ineficiencia del régimen socialista en crear soluciones reales a este problema de carácter ambiental, aunado a la creciente falta de conciencia ciudadana al hacer de las calles y avenidas de las ciudades botaderos de la basura que se produce en sus hogares.

En 2010, la Asamblea Nacional promulgó la Ley de Gestión Integral de la Basura, con el objeto de establecer las disposiciones regulatorias para la gestión integral de la basura, con el fin de reducir su generación y garantizar que su recolección, aprovechamiento y disposición final sea realizada en forma sanitaria y ambientalmente segura. Sin embargo, ésta, en vez fortalecer el trabajo que compete a los municipios, viene a convertir el tema en una carga burocrática, donde se involucran los tres niveles del poder ejecutivo (nacional, estadal y municipal), haciendo que al final ninguno cumpla cabalmente con esta función.

El caso del municipio Barinas es un ejemplo de esa burocracia en la que el Estado quiere asumir el control de todo y no hace nada. Existen tres organismos que deberían cumplir con la recolección de desechos sólidos, a saber: Mancomunidad Noroccidental, Emixsa y Esobades, sin embargo ninguna presta un servicio óptimo y en el caso de la Mancomunidad, la misma se encuentra inoperativa.

La ciudad de Barinas ha sido testigo de grandes planes que el régimen anunció con bombos y platillos, como el millonario convenio con Uruguay en el año 2010 para la adquisición de 6.100 contenedores, 47 camiones compactadores, 6 unidades de mantenimiento, 110 cajas desmontables para transporte de desechos entre otros implementos. De todo esto hoy solo queda el recuerdo, pues 10 años después, la corrupción, inoperancia e ineficiencia acabaron con la cuantiosa inversión realizada por el Estado.

Necesitamos soluciones reales para el problema de los desechos sólidos, crear conciencia ciudadana, para que mediante procesos de reciclaje podamos disminuir la producción de basura. Involucrar el emprendimiento, para crear fuentes de empleo en el área del reciclaje, que permita la interacción del ciudadano y la empresa privada en el aprovechamiento de los recursos obtenidos de los desechos sólidos.

Por supuesto que todo esto pasa primero por recuperar nuestra libertad, salir del régimen socialista que sistemáticamente ha acabado todo a su paso, hasta dejar en ruinas al país. Solo allí seremos capaces de lograr la transformación de Venezuela en una verdadera tierra de gracia. Los barineses merecemos un municipio limpio, una ciudad que refleje su mejor cara a en cada calle y avenida, estoy seguro que lo vamos a lograr. ¡Barinas, piensa en grande!

TSU Contaduría
César Tablante
Coordinador estadal de comunicaciones de Vente Barinas
@cesartablante