La lucha no violenta como táctica y estrategia
Hace unos días, por sugerencia de un amigo, comencé a investigar sobre la lucha no violenta, basado en el libro de la dictadura a la democracia de Gene Sharp, del instituto Einstein.
Los textos, videos, talleres estratégicos, y múltiples materiales de difusión del ideólogo de esta estrategia han sido utilizados por muchos movimientos sociales en todo el mundo en su busca de cambios democráticos, fue tal el caso que Chávez en una ocasión se refirió a esta estrategia como: “La vía de CIA para derrocar gobiernos no tendría cabida en Venezuela”.
Sin embargo, el tema de fondo tiene que ver con la construcción de conocimiento que estos materiales investigativos de Sharp, es el sentido de formar personas y movimientos sociales autóctonos y los más fuertes a mediano y largo plazo. Muchos grupos de todo el mundo, como el movimiento Otpor en Serbia y en Filipinas para derrocar al dictador Marcos, han usado estos métodos como recetas de luchas, como manuales de acción, cayendo en la tentación del mecanismo de la lucha, lo que aleja de ella la reflexión y la lucha real que verdaderamente confronta a los adversarios donde más le afecta, por el contrario se trata muchas veces del desprocesamiento.
Los activistas de las luchas pacíficas tienen todo un arsenal de armas (no violenta) a su disposición, según su creador existen 198 tácticas, clasificadas en tres grandes categorías:
- Persuasión y protesta no violenta
- Desobediencia social, económica y política
- Intervención no violenta
En este contexto de fácil interpretación la desobediencia civil, pudiera dejar en duda si sus objetivos van más allá de generar una verdadera arma de autodefensa, con el objetivo de producir transformación social de fondo; sin embargo, lo que sí está claro es que esta herramienta debe ir acompañada y contenida dentro de un plan de acción que logre unir en un mismo collar a las diferentes acciones que se van poniendo en marcha en un punto específico, diversidad de punto e inclusive diversidad de conflictos.
Pero surge una duda: ¿Cómo se aplicaría esta estrategia en el contexto venezolano?
La respuesta a esta pregunta la dio un día de otoño de 1988, en un café del centro de Belgrado, cuando un grupo de jóvenes allí presentes decidieron crear el movimiento Otpor que lograron derrocar al dictador Slobodan Milosevic y el #OPEesLibertad.
¿En qué me baso para decir esto?
Por supuesto el caso de Serbia es muy distinto al caso venezolano, son contextos muy diferentes y épocas muy alejadas; sin embargo, la lucha no violenta en sí, por sí sola, no provocaría el resultado esperado. Lo hemos vivido durante estos últimos años de protesta contra la corporación criminal que está usurpando el poder en Venezuela. Es por eso que la idea de articular el ejercicio de la no violencia desde la ciudadanía, desde acciones de desobediencia civil, unido al apoyo de la comunidad democrática internacional y en el caso de aplicar el TIAR con el objetivo de tomar el control del territorio nacional para comenzar el desarme con una fuerza de estabilización de paz.
La sociedad debe estar organizada en cada acción y en cada grupo de vecinos de cada sector; con implementaciones inclusivas, in crescendo y expansivas, teniendo en cuenta que el compromiso de cada ciudadano debe desencapsularse del egoísmo y el interés individual que ha formado el chavismo-madurismo, para encarar en conjunto esta respuesta de manera eficaz y organizada, no individualmente, sino ya en conjunto dando un respuesta contundente.
La desobediencia civil está en marca para poner el poder en manos de a quien se les arrebata permanentemente sus derechos: EL SER HUMANO.
Quelwys Bolaño
@VFV_Quelwys
Coordinadora de @VenteHolanda